El comienzo tuvo al trío Bada, Goffman, Costales, que toca los blues de manera sanguínea como en las viejas épocas: guitarra, voz y armónica. Carlos Bada rasgaba las cuerdas de su Telecaster, mientras Javier Goffman animaba tanto en inglés como en español y Jorge Costales rellenaba los espacios soplando sus Hohner Marine Band. El repertorio incluyó algunos temas propios y clásicos como Baby please don’t go, Blues before sunrise, de Leroy Carr, y When the levee breaks, que el Ciego terminó cantando en español: “Si sigue lloviendo el dique se va a romper / Si el dique se rompe no hay nada más que hacer”. Cerraron su show con el Walking blues de Robert Johnson, donde se destacó el slide punzante de Bada.
Luego fue el turno de Darío Soto & Soulville, una banda exquisita que mejora día a día. Lo de anoche fue realmente especial. Primero por la solidez de la rítmica, con Sebastián Martinotti en bajo de cinco cuerdas y Gody Napol en batería; y segundo por la prestancia de los solistas: Tavo Doreste en teclados y el fabuloso Juan Manuel Torres en guitarra. Lo de “El Jefe”, como definió Torres a Darío Soto es conocido, como Carlitos, cada día canta mejor. Abrieron con un swing instrumental que dio paso a dos temas de B.B. King, How blue can you get y You don’t know, donde Juan Manuel Torres demostró una vez más que es capaz de manejar los climas con solos de una profundidad conmovedora. Siguieron con dos temas de Bobby “Blue” Bland, Lead me on y This time I’m gone for good, en los que Soto mostró toda su capacidad vocal y terminaron bien arriba con Groove me, de King Floyd, con un solo breve y alucinante de Martinotti.
“Ahora abróchense los cinturones porque se viene Blues del Sur”, anunció el Pollo Zungri. Fue así comoapareció en escena el cuarteto comandado por Matías Fernández y el guitarrista Marcelo Marín. Abrieron con Sábado 3 am, un tema de Volver, su último álbum. Para la segunda canción Mr. Hyde, subió el armoniquista Jorge Simonian. Con uno sonido arrollador y furioso, interpretaron media docena de temas más y en dos de ellos invitaron al cantante de los Chevy Rockets, Eduardo “Vasco” Bariain. Más allá de unos muy buenos solos de guitarra, lo más destacado del show fue la actuación de Fernández, que combina una voz potente con mucho humor: hizo reír con su imitación de un borracho y también cuando se puso una careta de caballo y relincho al micrófono. Por eso Marín lo presentó así: “Matías Fernández en voz y situaciones inexplicables”.
Por último aparecieron en escena los Chevy. No es una banda que me fascine, pero hay que reconocer que tiene una larga trayectoria y mueven mucha gente. Tocaron principalmente temas de sus discos Etiqueta Negra (2005) y Rubí (2010), con el Vasco animando con su voz grave y aguardentosa. El cantante devolvió gentilezas e invitó al escenario Marín y Fernández para una zapada bien rocanrolera. Así, con el power blues de los Chevy y bien pasadas las 12 de la noche, se acabó la tercera fecha del festival. La semana que viene hay promesa de más y mejores blues.
7 comentarios:
Gracias Martin
Me bueno y productivo, Martín.... Un gusto leer tus conceptos. Abrazo
Gracias Martin, es admirable que al contar las escenas nos hagas sentir que estamos ahi , en el preciso instante , Don maravilloso que tienen unos pocos, gracias por ser parte!!
excelente Martin. gracias.
Muchas gracias Martin!! fue una linda noche!! abrazo!!
¡Que buen ambiente genera el blues!, y que bien representado estuvo anoche en RdeA. Tremenda música, artistas geniales, y un festival hecho para los amantes de genero. Gracias a "Con alma de blues", ojala sea el primero de muchos festivales
Muy buena la nota
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