jueves, 28 de septiembre de 2023

El día que Eric Clapton volvió de entre los muertos

La historia del rock está repleta de muertes tempranas, pero también de regresos. Y el que protagonizó Eric Clapton hace 50 años no fue uno más. Le abrió la puerta a una carrera solista que apenas había puesto primera en 1970 con el lanzamiento de su álbum debut, pero que pronto quedó interrumpida porque el músico sucumbió ante las drogas. 

El 13 de enero de 1973, el guitarrista de The Who, Pete Townshend, organizó un concierto en el famoso Rainbow Theater de Londres que marcó el regreso a los escenarios de Clapton tras un par de años de ausencia, durante los cuales solo se lo había visto en el evento benéfico The Concert For Bangladesh (1971) organizado por su amigo George Harrison. En ese período oscuro, Clapton estuvo al borde de la autodestrucción. Vivía solo, no salía de su casa y se la pasaba drogado. Su estado físico era lamentable: estaba sumamente delgado y descuidado.

La formación del Rainbow Theater fue impresionante, un verdadero seleccionado del rock inglés, con Pete Townshend en guitarra rítmica; Ron Wood, quien todavía no había comenzado su historia con los Rolling Stones, guitarra rítmica y slide; Ric Grech (Traffic y Blind Faith) en bajo; Steve Winwood y Jim Capaldi (Traffic) en voz y teclados, y batería respectivamente; Jimmy Karstein en batería; y Rebop Kwaku Baah (Traffic y Can) en percusión.

La placa discográfica vio la luz algunos meses después, en septiembre de ese año, gracias a la producción de Bob Pridden (The Who) e incluyó seis canciones, aunque en 1998 se lanzó una edición doble con muchos más temas que se llamó 25°Anniversary Edition.

El álbum original abre con el clásico Badge, escrito por Clapton y George Harrison, incluido en el último disco de Cream, Goodbye (1969). Sigue con Roll It Over, una canción de su etapa con Derek & The Dominos, coescrita con Bobby Whitlock. Esta pieza atrapó al público durante seis minutos y cuarenta y cinco segundos, en los que Slowhand demostró estar, pese a todo lo que estaba viviendo, en buena forma. El lado A del LP cierra con Presence of The Lord, escrita por Clapton en 1969 durante su tiempo con Blind Faith.

Pearly Queen de Winwood y Capaldi, interpretada originalmente por Traffic en su segundo álbum homónimo de 1968 es el tema que sigue y a continuación, el clásico de 1966 de J.J. Cale, After Midnight, del que Clapton se apropiaría durante la década del setenta, aquí destaca por su ritmo enérgico y virtuosismo.

El gran final llega con la mágica y surrealista Little Wing de Jimi Hendrix, grabada en 1967. Clapton, quien a fines de esa década se había sentido avasallado por la técnica y pasión del guitarrista estadounidense, ofrece aquí una interpretación candente, manteniendo la esencia original.

Los meses siguientes a la publicación del disco serían decisivos en la vida de Clapton. Continuó con su rehabilitación para desengancharse del consumo de heroína (en su biografía jura que nunca se la metió por vía endovenosa sino que la snifaba). En apenas tres años, que los pasó mayormente recluido, llegó a gastar (a moneda de hoy) unos 20.000 euros semanales para sostener su adicción.

Pronto vendría su segundo disco de estudio solista, 461 Ocean Boulevard, pero la pelea no había terminado. Si bien logró dejar atrás la heroína, el alcohol sería su nuevo acompañante por más de una década, aunque no impidió que en ese tiempo sacara algunos de sus mejores discos. 

El concierto en el Rainbow Theater se convirtió en un hito musical inolvidable, marcó el regreso triunfal de Clapton a los escenarios y dejó una huella imborrable en la historia del rock. 



jueves, 14 de septiembre de 2023

Florencia Andrada: “Un nuevo disco siempre marca un cierre y un nuevo comienzo a la vez”


Florencia Andrada lleva más de diez años dándole forma a un proyecto musical que rescata el sonido del viejo soul, un género con mucho groove pero reacio a las letras en español. Su primer disco, Otra realidad (2012), fue un verdadero desafío que sentó las bases de lo que ella buscaba. Con A pesar de la tormenta (2016) consolidó un estilo muy personal, sin alejarse de la esencia, que moldeó con esfuerzo, talento y perseverancia. Ahora, con Nada más por hoy termina de posicionarse como una referente ineludible del soul en la Argentina.

En su último trabajo confluyen letras más elaboradas, una instrumentación sublime y lo que ella siempre quiso, que su canto en español se amalgame con las métricas del género. Además, el álbum es una muestra de todo lo que creció como artista la chica que dio sus primeros pasos en la Escuela de Blues.

“Un nuevo disco siempre marca un cierre y un nuevo comienzo a la vez”, reflexiona Florencia Andrada en diálogo con NA. “Este disco tiene un componente emocional muy fuerte para mí, porque fueron años muy movilizantes, de mucho dolor y cambios, a nivel colectivo, sin dudas, pero sobre todo a nivel personal. Elegí ponerle ese nombre al álbum porque sin querer se convirtió en una necesidad”, sostiene.

Nada más por hoy reúne canciones que, de alguna manera, sintetizan sus últimos años como artista y sus vivencias aquí en la Argentina y en el exterior. Junto a Julio Fabiani, su compañero de vida, guitarrista y productor del álbum, emprendieron tres giras por Estados Unidos, de Nueva York a Los Ángeles, donde se codearon con músicos de Daptone Records, emblema del soul contemporáneo, y otros independientes, como ellos, con los que no solo compartieron escenario, sino también experiencias que resultaron aleccionadoras. Entretanto, siguió con proyectos paralelos y amplió sus horizontes corales al colaborar con artistas internacionales como Bernard Fowler, de los Rolling Stones, y Jimmy Rip.

“En este caso, por primera vez grabé un disco a lo largo del tiempo. Mis experiencias anteriores habían sido dos o tres días seguidos en el estudio, grabando todo en tiempo record. Y esta vez, nos agarró la pandemia cuando estábamos en proceso de producción así que tuvimos que adaptarnos”, cuenta.

“También –añade- fue la primera vez que saqué singles. Se había perdido esa modalidad y hace unos cuatro años se volvió a activar por diferentes razones. Eso también sirvió para ir compartiendo el proceso. Arrancamos a mediados de 2019 y terminamos de grabarlo a principios de este año, pero salieron cinco singles durante ese tiempo”.

El álbum tiene nueve temas y para grabarlos contó con la participación de más de 40 músicos, con secciones de cuerdas y vientos que le dan un sonido mucho más envolvente y atrapante. “Está bueno saber que todo lo que se escucha está grabado por humanos, instrumentos ejecutados por personas. Lo cual en la actualidad es algo muy complicado de llevar adelante pero yo lo sigo prefiriendo”, sostiene la artista.

A diferencia de sus dos trabajos anteriores, que fueron producciones independientes y se editaron en cd, su nuevo disco tiene el respaldo de un sello californiano, Love Soul Records, y salió en formato vinilo. El plus, la frutilla del postre, es que cuenta con el respaldo de Tom Brenneck, productor y miembro de los Dap-Kings, palabra autorizada en ambiente del soul contemporáneo. Sin dudas, Nada más por hoy es un verdadero salto en la carrera de Florencia Andrada.