viernes, 2 de noviembre de 2012

Robert Plant en el Luna Park

Fotos Ramiro Colombatti
Impresionante es poco. Voy al diccionario a buscar algún adjetivo más fuerte para describir lo que fue el show de anoche de Robert Plant en el Luna Park. Alucinante, imponente, extraordinario. Igual creo que me quedo corto. El legendario cantante de Led Zeppelin reescribió su pasado sobre el escenario: nuevas versiones de viejos temas, acompañado por una banda monumental. Fue una combinación exquisita de roots music, sonidos africanos, blues, psicodelia y, por supuesto, rock and roll.

El show comenzó algunos minutos antes de las 21. El estadio estaba repleto y en cuanto se apagaron las luces se produjo una ovación como pocas veces ví. Robert Plant, remera negra y jean, entró desplegando su melena rubia. La banda, The Sensational Space Shifters, emprendió los primeros acordes de Tin Pan Alley, un tema místico y lisérgico con arrebatos de hard rock que editó en su disco Mighty Rearranger, de 2005. Luego, los guitarristas Justin Adams y Liam Tyson cambiaron las eléctricas por las acústicas para interpretar Another tribe, una balada de tintes sociopolíticos que Plant compuso para ese mismo álbum.

"¡Hola, qué tal!", fueron las primeras y pocas palabras que intentó en español y enseguida lanzó el primer tema de Led Zeppelin, Friends, que tuvo el acompañamiento del público con el clásico "Ohhhh, ohhhh". Luego hizo una versión muy personal y diferente de Spoonful, de Howlin' Wolf. Sobre la mitad del tema, subió al escenario Juldeh Camara, un músico de Gambia, que volcó el sonido del África profunda con su ritti, similar a un violín pero con una sola cuerda. Camara se quedó en el escenario y comenzó a vocalizar un canto de su tierra, que derivó en Somebody knocking, también de Mighty Rearranger.

Camara después tomó un kologo, similar al banjo, y la banda lo empezó a seguir. Recién cuando Plant aulló "Hey, hey mama said the way you move..." todos caímos en la cuenta de que estábamos frente a Black dog, uno de los temas del magistral Led Zeppelin IV. Antes de zambullirse con la hermosa balada All the King's horses, presentó a la banda que, además de los ya mencionados, está conformada por John Baggott (teclados), Billy Fuller (bajo) y Dave Smith (batería). Acto seguido, para contentar a los acérrimos fans de Zeppelin, les dio algo más: Bron-Y-Aur stomp, de 1970. Un alarido fulminante, característico de su enorme -e intacto- registro vocal dio inicio a The enchanter, otro de los elegidos de Mighty Rearranger. Casi sin respiro volvió a Led Zeppelin IV entonando la letra de Four sticks.

"¿Hoy es jueves, verdad? Todas las noches son diferentes", dijo mezclando el inglés con el español para hacer explotar al público con Ramble on. El final ya estaba cerca y todos pensaron que ahora vendría una seguidilla de temas zeppelinescos. Casi, casi... antes hizo un viejo blues de Bukka White, Fixin' to die, pero en versión rockabilly. Entonces sí: una diferente Whole lotta love cerró el set con todo el mundo extasiado y de pie. Plant saludó y dejó el escenario. Tardó tres o cuatro minutos en volver, apenas con sus dos guitarristas en modo acústico y uno de ellos tocando la mandolina, para cantar Going to California, la interpretación más fiel a la original de toda la noche. El cierre fue a todo rock and roll con el tema homónimo.

Cuando se estaba despidiendo, un estúpido, de esos que nunca faltan, se subió al escenario y corrió a abrazarlo. Aunque más que darle un abrazo le hizo un tacle y lo tiró al piso. En una fracción de segundo uno de los empleados de seguridad agarró del pelo al intruso y se lo llevó. Plant se paró y se apiadó del imbécil y le dijo al custodio que lo arrastraba lejos de la tarima "Easy, easy" . Más allá de ese pequeño incidente, fue un show superlativo que será imposible olvidar.

5 comentarios:

Alberto Moreno dijo...

Es que "Mighty Rearanger" es un discazo. Para mí el mejor de él solista. ¡Qué lindo parece haber estado!

Florencia Andrada dijo...

Muy Buena La Crónica!!!

Alejandra Herren Cosarinsky dijo...

Excelente, Martín!

Anónimo dijo...

Debo decir que tener a Robert Plant, a 10 metros y gritando Rock and Roll fue una experiencia increíble.
El tema Fixin' to Die. Solo lo conocía por Bob Dylan y fue una enorme sorpresa escucharlo por Plant.
En fin, como bien decís, impresionante es poco y no hay palabras.

Ramiro Colombatti.

Anónimo dijo...

Despues del show tuve el honor de pasar a un vip con unas 20 personas com maximo, donde hubo unas cervezas para tomar y que al rato bajo con nosotros Robert pasa saludar grupo por grupo y preguntarnos que nos parecio el Show. Un gesto memorable de un grandioso musico. Obvio que hubo fotos y autografos. Inolvidable!