The Jackpots – Acoustic blues. El segundo disco de los Jackpots, la banda patagónica que en 2010 sorprendió con el extraordinario Playin’ the blues (by the rules), es enteramente acústico, aunque no es necesariamente country blues. Damián Duflós y Rafo Grin, mano a mano, armónica y guitarra, y un puñado de covers que reflejan sus influencias, y tres temas propios que muestran que siguen componiendo tal como lo hicieron para el álbum anterior. El dúo está en un nivel fabuloso. Las diez canciones suenan como si en vez de vivir en Neuquén lo hicieran en Clarksdale o en las afueras de Chicago. En su primer disco, Duflós demostró que era un excelente armonicista, cargado de recursos y con un feeling fantástico. Aquí ratifica todo eso, pero además ha mejorado muchísimo como cantante. Su pronunciación del inglés es casi perfecta y los tonos recuerdan a los de varios viejos bluesmen. Rafo Grin lleva las riendas desde las seis cuerdas y tiene una técnica soberbia. En algunos temas acompaña en coros a su socio y la sinergia entre ambos parece indestructible. Los Jackpots, así, aportan lo suyo a la historia de los dúos del blues, algunos que trascendieron a su época como Sonny Terry y Brownie McGhee o John Cephas y Phil Wiggins. Reinterpretan temas de Muddy Waters, Robert Johnson, Elmore James, Jimmy Rogers y Jimmy Reed, aunque lo mejor está, me parece, en sus propias composiciones, especialmente en el track que abre el disco: Can’t live happy (this way). Lo sorprendente es que lo grabaron en apenas cuatro horas y eso además aporta la frescura de la espontaneidad.
Delta Catfish – Cuarenta y cuatro más cinco. El primer EP de la banda de Ramos Mejía es la materialización del premio que obtuvieron a mediados del año pasado: fueron los ganadores del Primer Concurso de Bandas organizado por Blues en Movimiento y La Escuela de Blues. El primero de los tres temas es un viejo blues de Ray Charles, You're just about to lose your clown, que el armonicista Alejandro Álvarez y compañía lo llevan con buen swing y un ritmo más cansino que el original. La armónica suena vital, el cantante Emiliano De Lío se muestra cómodo en el fraseo vocal y Martín Costa logra un buen solo de guitarra. Siguen con Just your fool, de Little Walter, un tema hecho a la medida de Álvarez, que sopla con fuerza y agallas. Daniel Chusit y Germán Cuervo llevan el ritmo con soltura y De Lío canta con dominio de situación, aunque aquí el solo de Costa presenta algunas dudas y suena como desorientado. El último track es Forty four: la banda reproduce el clásico de Howlin’ Wolf con personalidad, apasionados solos de armónica y unos golpes de la batería que le dan mayor ímpetu a los cortes. El álbum fue grabado, mezclado y masterizado en La Escuela de Blues, bajo la estricta supervisión de Mauro Diana y Gabriel Cabiaglia. Cuarenta y cuatro más cinco es el puntapié inicial de lo que será su primer disco, que tal vez vea la luz en algún momento de este año.
5 comentarios:
Me alegro que te haya gustado Martin, un abrazo desde el sur!
bien ahi!
grande rafo ¡¡¡ se suena todo esto abrazo
Gracias Martín!!!! Te esperamos por el sur cuando quieras visitarnos! Abrazo!
Gracias, Martín!!! Un abrazo grande!! Y te esperamos el 4 de Mayo en el festejo de nuestro cumpleaños en Mr. Jones!!!
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