La voz carrasposa de Carl Lumbly, en el rol de Miles Davis, surge como un espectro sonoro y se convierte en el eje del relato, que se combina con un coro de personajes que acompañaron al trompetista a lo largo de su vida: ex esposas, amantes, amigos, músicos, productores y periodistas. De eso se trata Birth of the Cool, el documental que acaba de estrenar Netflix sobre la vida y obra del músico que cambió la historia del jazz para siempre.
Miles Davis fue un personaje controvertido. Machista, violento, un tanto racista, inestable, pero extremadamente talentoso y muy seductor. Dedicó su vida a la música y a la innovación. A diferencia de muchos afroamericanos de su generación, nacidos antes de la primera guerra mundial, Miles no pasó penurias económicas debido a que su padre tenía un buen pasar y él pudo ir a buenos colegios y a la prestigiosa academia Julliard, en Nueva York. Pero siempre debió convivir con sus demonios, que lo llevaron a excesos con las drogas y el alcohol, y largos períodos de aislamiento.
La carrera de Miles Davis despegó con Dizzy Gillespie y Charlie Parker, los héroes del be bop, en un contexto que podría definirse como un laboratorio experimental de música que redefiniría el sonido del jazz moderno. A partir de ese momento, y en cada etapa de su vida, su música fue evolucionando. Miles nunca miró para atrás y, como explica uno de sus hijos en el documental, ni siquiera guardaba o escuchaba sus viejos discos.
El documental, dirigido por Stanley Nelson, cuenta con imágenes inéditas, música original y testimonios esenciales como los de dos de los hijos de Miles, una de sus ex esposas, dos amantes, músicos como Ron Carter, Wayne Shorter, Herbie Hancock, Marcus Miller, Mike Stern y el productor Clive Davis, entre muchos otros. Birth of the Cool atraviesa todas sus etapas: la que da precisamente el nombre al film, justamente su primer trabajo con Gil Evans; su período en París; sus discos para Prestige; la obra suprema de Kind of Blue junto a John Coltrane y Bill Evans; el quinteto de los sesenta; la exploración del jazz rock con Bitches Brew; los años oscuros de fines de los setenta; su reaparición en los ochenta; y su deterioro físico que lo llevó a la muerte el 28 de septiembre de 1991.
Miles Davis fue un músico inigualable, un innovador, un aventurero. Contribuyó a la revolución del jazz y fue el artífice de su propia rebelión. El sonido dulce y cálido de su trompeta contrastó con su personalidad conflictiva y enmarañada. El film de Nelson engloba todo eso en poco menos de dos horas y brinda un nuevo enfoque a la obra de uno de los artistas más influyentes del siglo XX.
5 comentarios:
Lo vi, genial
Respetuoso documental. Lo vi, al igual que el de Trane. Otros documentales interesantes en Netflix el de Keith Richards, en especial el tramo en que habla de su relación con la música negra.
Lo vi ayer! Muy muy bueno.
Me encanta saber acerca de la vida de los grandes músicos. Así se entiende en profundidad el espíritu de sus temas y la razón de sus creaciones.
En definitiva, pasa con estos grandes genios que con sus virtudes y sacrificios logran tocar los cielos del éxito, conocen las luces, delicias y brillos de sus logros para luego ir cayendo en un profundo pozo que los manda directo al mismo infierno.
maravilloso
EXCELENTE...!!!!!
Publicar un comentario