martes, 10 de marzo de 2020

Extravaganza transnacional


La historia se remonta a 2016. Nico Smoljan, referente absoluto de la armónica en la Argentina, se juntó con los Headcutters de Brasil y los Silver Kings de California para realizar una gira que incluyó una presentación en el Ilha Blues Festival de Ilha Comprida, en San Pablo, y shows en ItajaÍ y Camboriú. La experiencia en vivo fue tan gratificante para los siete músicos que en cuanto pudieron se metieron en un estudio de grabación para dejar testimonio. El resultado, que ve la luz cuatro años después, es una obra sobresaliente en la que prevalece el sonido de fines de los cuarenta y comienzos de los cincuenta, cuando la electrificación de los instrumentos en Chicago dio inicio a una nueva era en el blues.

Los músicos lograron recrear ese sonido primario que se denomina early electric Chicago blues. “Usamos todos amplificadores e instrumentos de la época y se grabó analógicamente a cinta con un micrófono buscando conseguir alguna similitud con las grabaciones de blues aquellos años, que tienen un ambiente y una calidez muy especial, mucha dinámica y son muy orgánicas”, cuenta Nico Smoljan.

Las dos bandas y Smoljan se ensamblaron de gran manera, como si ya vinieran tocando juntos desde hacía décadas. Las voces se las repartieron entre los brasileños Joe Marhofer y Ricardo Maca con Jerry Careaga. Smoljan y Marhofer se dividieron casi a la mitad los temas para soplar sus armónicas, cromáticas o diatónicas, aunque intercambiaron notas en I was fooled, de Billy Boy Arnold, y Extravaganza, un tema compuesto para la ocasión. Maca y Mark Mumea llevaron adelante las guitarras en todas las canciones, al igual que Leandro Barbeta la batería, mientras que Catuto tocó el contrabajo en ocho temas dejándoles los tres restantes a Carega.

El repertorio está conformado por clásicos de Jimmy Reed, Muddy Waters, Little Walter, Jimmy Rogers, Johnny Shines, Floyd Jones y Sunnyland Slim, todos protagonistas de aquellos años en los que el blues se apoderó de la ciudad de Chicago para convertirla en su capital y dulce hogar.

Las interpretaciones son majestuosas. Los siete músicos rescataron con naturalidad el viejo sonido y eso se percibe en el clima de los temas. No hay fisuras y todo lo que sobresale es un profundo conocimiento del género y de esa época en particular. “Fue una experiencia muy linda que seguramente se va a repetir en algún momento”, agrega Smoljan.


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