viernes, 22 de junio de 2012

Blues blanco

Mike Bloomfield
El 19 de junio de 1954, un joven nacido en Tupelo, Mississippi, entró por segunda vez a los estudios Sun Records, en Memphis, para grabar That’s all right, un blues que Arthur “Big Boy” Cudrup había compuesto ocho años antes. Ese muchacho, de voz profunda y movimientos irreverentes para la época, se convirtió en el Rey. Su nombre: Elvis Presley. Hay una simplificación histórica que indica que ese podría ser el surgimiento del blues blanco o el nacimiento del rock. Es un buen punto de partida, pero no del todo exacto, ya que Jackie Brenston junto a Ike Turner habían grabado Rocket 88 en 1951 y el padre de la música folk, Woody Guthrie, venía cantando sus blues nómades desde hacía décadas, así como otros pioneros como Jimmie Rodgers, Hank Williams o los Allen Brothers.

Alexis Korner
Unos pocos años después de la irrupción de Elvis, la música de raíces norteamericana comenzó a invadir las costas de Gran Bretaña. A fines de los 50, los barcos llevaban a los puertos británicos discos de artistas como Muddy Waters, Chuck Berry, Howlin’ Wolf y Eddie Boyd. El primero que absorbió esos sonidos fue Alexis Korner, creador de la banda Blues Incorporated, que tuvo entre sus filas a Mick Jagger, Keith Richards, Charlie Watts y Ginger Baker, entre otros. Así comenzó el blues inglés, que en los años sucesivos se ramificó de una manera brutal con el surgimiento de bandas como los Rolling Stones, los Pretty Things, los Animals y los Yardbirds. En paralelo, otro maestro del género, John Mayall, formó los Bluesbreakers, que tuvo entre sus filas a Eric Clapton, Peter Green y Mick Taylor. Esa explosión de blues inglés, que incluyó otros nombres como Jeff Beck, Rod Stewart, Jimmy Page y Robert Plant, desembarcó a mediados de los 60 en Estados Unidos.

Eso fue como un cachetazo para los jóvenes blancos de ese país. Desde el otro lado del Atlántico estaban reescribiendo la música de su tierra y refregándoselas en el rostro. Claro que en los Estados Unidos pasaba algo que en Inglaterra no ocurría: la segregación racial. Hasta comienzos de los 60 era una locura pensar en bandas mixtas. Solo unos pocos se habían atrevido a eso y eran músicos de jazz como Louis Armstrong, Duke Ellington o Miles Davis.

Bob Dylan, 1962
El surgimiento del blues blanco estadounidense, tal como se lo conoce, está muy ligado al despertar de los derechos civiles. Por caso vale mencionar el disco debut de Bob Dylan, de 1962. Siguiendo los pasos de Woody Guthrie, Dylan grabó un puñado de canciones acústicas de músicos originarios como Blind Willie Johnson, Fred McDowell, Blind Lemon Jefferson y Bukka White. Dylan hizo base en Nueva York y el aporte de sus canciones al movimiento por los derechos civiles fue fundamental. También en la Gran Manzana, pero dos años después, surgió un amigo suyo, e hijo de un prestigioso reclutador de talentos musicales, que se mostraba muy orientado al blues del Delta. Entre 1964 y 1967, John Hammond Jr. grabó una serie de discos fundamentales para el desarrollo del blues blanco.

Paul Butterfield
A comienzos de los 50, Chicago se convirtió en la meca del blues moderno. El sello Chess hizo historia grabando a artistas como Muddy Waters, Howlin’ Wolf, Little Walter, Willie Dixon, Bo Diddley y Sonny Boy Williamson. Tuvieron que pasar poco más de diez años para que un grupo de jóvenes blancos se animara a subir a los escenarios de la ciudad a tocar sus blues. Eso sucedió en 1964 de la mano de Paul Butterfield, un exquisito armonicista que supo rodearse de dos guitarristas fabulosos: Mike Bloomfield y Elvin Bishop. Ellos empezaron haciendo covers y tiempo después, con el auge del hipismo, la Paul Butterfield Blues Band llevaría su música a la Costa Oeste, principalmente a San Francisco. Allí, Mike Bloomfield decidió seguir por su cuenta y formó junto a Nick Gravenites la banda Electric Flag, con una orientación más rockera.

En 1966, también en California, pero bien al sur, en la ciudad de Los Angeles, dos coleccionistas de discos se juntaron para crear una de los grupos más poderosos de la historia del blues moderno. Alan Wilson y Bob Hite, apodado “El Oso”, sumaron al fabuloso guitarrista Henry Vestine y una buena sección rítmica para dar forma a Canned Heat. Si bien participaron de los principales festivales de de la época –Monterey Woodstock- y grabaron unos discos decisivos, la muerte de Wilson en 1970 golpeó duro a la banda.

Johnny Winter
En el sur de los Estados Unidos también hubo movimientos importantes. En Texas, apareció el más blanco de los blancos tocando como si fuera el más negro de los negros: Johnny Winter. Él y su hermano Edgar habían escuchado blues en el corazón del Mississippi, durante el tiempo que les tocó vivir en Leland. Uno con la guitarra y el otro con el saxo y los teclados comenzaron a darle forma al blues blanco texano de fines de los 60. En la década siguiente ambos se alejarían hacia la senda del rock and roll hasta que Johnny Winter decidió volver a las fuentes para producir a Muddy Waters, en 1977. Pero mientras los albinos llenaban grandes estadios, en 1974 aparecieron los Fabulous Thunderbirds, con Jimmie Vaughan y Kim Wilson a la cabeza, tocando un estilo de blues influenciado por los Nightcaps, plagado de shuffle, que abrazaba al R&B y al rock and roll por igual. Ellos serían clave una década más tarde con el resurgimiento del blues que tuvo a otros texanos como protagonistas, especialmente a Stevie Ray Vaughan.

Dr. John
También en los 60, pero en Nueva Orleans, apareció un personaje clave hasta el día de hoy. Mac Rebennack, más conocido como Dr. John, había empezado a tocar la guitarra a fines de los 50, pero un accidente que le afectó una mano lo orientó al piano, donde se dejó llevar por el estilo de Professor Longhair y James Booker. Su música no se ciñó al blues, sino que más bien hizo un collage con los diferentes sonidos de la ciudad como el boogie woogie, el funk y el jazz. A mediados de los 60 emigró a Los Angeles, donde sumó nuevos elementos a su estilo: el voodoo y la psicodelia lo convirtieron en el Night Tripper.

Duane Allman
Un poco más al este, pero siempre en el sur profundo, otros dos hermanos comenzarían tocando blues para terminar creando un nuevo género: el rock sureño. Gregg y Duane Allman formaron la Allman Brothers Band en Macon, Georgia, en 1969. Los primeros dos discos de la banda, el álbum homónimo e Idlewild south, son una excelente demostración de cómo la música de los negros estaba en su sangre. La temprana muerte de Duane, en un accidente de moto, obligó a Gregg a reemplazarlo tiempo después con Warren Haynes, aunque no se apartaron de su senda.

Todos ellos, los ingleses y los gringos, con el tiempo se cruzaron: Mike Bloomfield grabó un disco junto a Dr. John y John Hammond. Eric Clapton se juntó con Duane Allman para las Layla sessions bajo el nombre de Derek & The Dominos. Paul Butterfield tocó con John Mayall. Y así el blues siguió derribando fronteras, mezclando razas, intercambiando sonidos y sentimientos. Como lo sigue haciendo hoy.

2 comentarios:

Ariel Federico dijo...

Gx martin

Daniel Larco dijo...

Muy buena síntesis.