Rudy Rotta - Me, my music and my life. Rotta es un guitarrista italiano, nacido en Verona, que se formó musicalmente en Suiza, triunfó en su país, expandió su música al resto de Europa y pudo desembarcar con relativo éxito en los Estados Unidos. Allí compartió escenarios con Luther Allison, Al Green, Taj Mahal, Etta James, los Fabulous Thunderbirds y Brian Setzer. Su primer álbum, Reason to live, fue editado en 1990 y ahora acaba de salir a la venta este disco doble que recopila lo mejor de sus más de 20 años de carrera. Entre los temas elegidos para este compilado hay algunos que fueron compuestos por él -con versiones en italiano y en inglés- y otros clásicos del blues y del rock. Además hay una lista de invitados de lujo: Peter Green suma su voz gastada y su guitarra para una sutil interpretación de Black magic woman. El difunto Carey Bell aporta su armónica en So di blues y Mama save the children. Rotta y John Mayall, en armónica, arremeten con un cover de My babe, de Little Walter. Pero eso no es todo: los solos de la guitarra de Robben Ford acribillan en una notable St. James Infirmary y en It’s all over now baby blue, de Bob Dylan. Brian Auger, el último de los invitados, le aporta un toque jazzístico en Truth. El resto de las canciones –entre las que hay tres covers de los Beatles- tienen a Rotta y su Fender como protagonistas excluyentes.
Vidar Busk & his True Believers - Stompin' our feet with joy. Después de Kid Andersen, Busk es el otro gran héroe de la guitarra de blues de Noruega. Busk no es un tipo que pase desapercibido, luce sobretodos y trajes de colores. estrafalarios y un peinado que combina el jopo de los años cincuenta con una cresta punk. Más allá de su look, Busk es un cultor del blues clásico, ese que los gringos denominan red hot, y el del swing. Stompin’ out feet with joy fue grabado en 1997 y reeditado hace unos meses: es un combo de blues de Texas, boogie, shuffle, jump blues en el que Busk y su banda descargan un arsenal de yeites y solos formidables. Busk nació en la ciudad de Langesund y a los 15 años se fue a vivir a los Estados Unidos. Su inglés es perfecto, eso es evidente cuando canta, y se nota que su estilo ha sido moldeado en los mejores bares de blues de Alabama, Georgia y South Carolina. En los noventa volvió a Noruega y desde entonces es uno de los máximos exponentes del blues europeo. Stompin' our feet ... tiene 14 temas y la reedición incluye cuatro bonus. Una de las canciones, The ballad of Vidar Busk, es una crónica autobiográfica de sus peripecias en el mundo del blues.
Yuichiro Oda – East blues. Oda nació en Japón, en la ciudad de Kagoshima, y a los diez años empezó a tocar la guitarra. Su formación estuvo relacionado más que nada con la música clásica y el jazz. De hecho, el jazz marcaría sus comienzos como músico profesional y sus primeros discos. Oda tocó con músicos de las bandas de Sarah Vaughan y Tom Waits, y su primer álbum se lo produjo nada más y nada menos que George Duke. A fines de los noventa, durante una gira por los Estados Unidos, tocó con Larry Carlton y Ernie Watts. Ahora acaba de lanzar este álbum de blues y guitarras afiladas, en las que además de ser el compositor de todos los temas, canta con una fuerza desgarradora. Los arreglos de algunos temas incluyen coros femeninos y por momentos la aparición de un piano que rellena la armonía en segundo plano. Pero también hay otros, como Test of life, que tienen una inclinación un poco más pop por el efecto de la sección de vientos y los teclados. El track que da nombre al disco es un instrumental furioso en el que los solos de Oda surcan el aire como balas de punta hueca. Y Desert blues es un acústico con slide que ubica a Oda en el porche de una casa del Mississippi. Así como una oda es una composición poética de tono elevado, este Oda es un guitarrista al que hay que escucharlo con el volumen al máximo.
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