Mahalia Barnes – Ooh yeah, The Betty Davis Songbook. No sólo carga con un nombre que es una institución entre las vocalistas de gospel, jazz y soul, por la genial Mahalia Jackson, sino que es la hija del mítico cantante australiano, Jimmy Barnes. La joven nacida en Sidney hace 32 años, es dueña de una voz altamente inflamable y con un gran registro. COn esos atributos logró armar su carrera que está en franco ascenso. Su nuevo disco es un exquisito y enérgico repaso de la música de Betty Davis, la musa que se casó con Miles Davis en 1968 y editó cuatro discos propios antes de retirarse de la industria musical en 1979. El contenido de este álbum está inspirado en esas canciones, pero aquí la cantante no buscó reproducir el sonido de esa época, sino que más bien intentó darle un giro personal. La mayoría de los temas –He was a big freak, Your mama wants you back y Ooh yeah- suenan bien funky y muy potentes, y cuentan con un plus adicional: los solos vibrantes del guitarrista Joe Bonamassa, probablemente el músico que más grabaciones realiza al año.
Li'l Chuck The One Man Skiffle Machine Blues - In Full swing. Li'l Chuck es un hombre orquesta con una destreza sorprendente. Si bien la guitarra resonadora es su instrumento madre, domina con gran técnica la armónica, el kazoo, el hit hat y el bombo, al mejor estilo de grandes maestros como Jesse Fuller, Dr. Ross o Sterling "Satan" Magee. Pero la particularidad es que no nació en los márgenes del Mississippi, sino en Christchurch, Nueva Zelanda. Su música se nutre de viejos blues de la década del 30, algunos retazos jazzeros, western swing y ragtime. Sin embargo no reproduce el sonido típico de esa era, sino que le impone un aura bien contemporánea. Li’l Chuck es un storyteller, sus canciones son pequeños relatos de sucesos recientes como My house is falling dawn, que escribió tras el terremoto que golpeó a su ciudad en 2011. También interpreta una notable versión de San Francisco Bay blues. Li’l Chuck es un bluesman auténtico, de esos que buscan mantener la tradición sin posturas rígidas, sino más enarbolando la bandera de la universalidad del blues.
1 comentario:
Grande Martín, siempre abriendo oidos! Abrazo
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