You know I'm free, free now baby, I'm free from your spell
Me levanté esta mañana y me enteré que usted había muerto, maestro. Justo usted, el pequeño dulce ángel negro que me hizo descubrir y amar el blues. ¿Cuán triste uno se puede poner?
Con su guitarra, su amada y fiel Lucille, usted conquistó el mundo. Nos hizo entender a todos, bueno a casi todos, que el blues es un lenguaje universal. Que no importa la raza, el idioma que uno hable o el país en el que viva, el blues está adentro nuestro. No por nada lo coronaron como el Rey.
Todos los días tengo el blues, solía cantar. Y eso era tan cierto como que la tierra gira alrededor del sol o que el Océano Atlántico separa al viejo del nuevo mundo. Una verdad inmensa, irrefutable, trascendental.
Usted nació en un pequeño poblado del Delta del Mississippi, como el mismísimo blues, y se convirtió en una leyenda. Pero mucho antes de que eso sucediera, padeció la segregación racial, el trabajo duro y la pobreza. Se sobrepuso a todo con talento, amor y generosidad. Porque su espíritu siempre fue grande, así como sus canciones.
Vino a la Argentina por primera vez en 1980. Yo era tan pequeño que no supe de esa visita suya hasta mucho tiempo después. Pero el poeta y periodista Miguel Grinberg, que lo vio en Obras y en el Bauen, escribió en el diario La Opinión: “Todo adjetivo es insuficiente. Toda alabanza resulta estrecha. Decir que B.B. King es maravilloso apenas hace justicia a su conmovedora grandeza, a su descomunal sencillez. No ha habido en muchísimos años en Buenos Aires una ceremonia musical de esta naturaleza”.
Yo lo vi 11 años más tarde, en el Luna Park, el primer recital al que fui en mi vida. No sabía mucho de usted, apenas había escuchado uno o dos discos. Pero esa noche de diciembre sus punteos me doblegaron. Sucumbí ante la intensidad de sus interpretaciones. Los recuerdos son un tanto difusos, pero la sensación de ese descubrimiento todavía es palpable ¡Pasó casi un cuarto de siglo, maestro!
Lo volví a ver muchas veces más. En Obras, en el Gran Rex y otra vez en el Luna. La última, hace cinco años, sentí que era la despedida y así lo expresé en esta misma página. Usted estaba débil y su cuerpo pedía descanso. Pero su compromiso con el blues y el amor por su gente siempre pudo más. Luego, lamentablemente, alguien se aprovechó de su pasión y sacó rédito de su infinita generosidad.
Su historia es tan rica, maestro. Usted lo llevó a Pappo, nuestro Pappo, Mr. Cheeseman, al Madison Square Garden. Lo ubicó en un pedestal junto a otros grandes del blues como Buddy Guy, Junior Wells y Koko Taylor. Siempre se mostró abierto a compartir su música. Grabó con U2 y con Eric Clapton, entre tantos otros, y compartió escenarios con una lista infinita de músicos. Actuó en películas, apareció en televisión y realizó conciertos memorables en el Regal, en el Apolo, en la cárcel de Cook County y en Zaire, en la previa del mítico combate entre Ali y Foreman. Usted estuvo en todos lados casi todos los días. Nunca nadie podrá alcanzar lo que hizo, maestro.
Sólo me queda decirle adiós y gracias. Vaya tranquilo. Acá nos quedamos escuchando sus discos hasta que volvamos a verlo.
4 comentarios:
Excelente descripción Martín Sassone .El mundo no será igual sin BB. Solo decirle infinitas Gracias.
Muy buena tu historia, que creo que se emaparenta a todos los q escuchamos esta musica maravillosa, vos con BB, otros con Wolf, yo con Muddy, pero al q vimos todos fue a el, porque el asi lo queria, su ultima gira era dea despedida, yo lo vi en Bethel (mismo show mismos chascarrillos, lo subieron en silla de ruedas al escenario).
Es muy bueno el documental q esta en Netflix The live of Riley....Lo describe tal cual es, arriba del micro y haciendo su mayor esfuerzo para que lo eschuchen la mayor cantidad de gente posible. UN GRANDE y como decia en su ultimo disco,"Mira q mi tumba se mantenga limpia"!!!
Se fue el Rey de blues y en la princesa lucille brillaran las blues note.
Muy emotivo tu comentario. BB King fue una gran persona ademas de un gran musico. Muy abierto a otras musicas yo lo vi tocando con Raimundo Amador, como si el flamenco fuese lo mas natural para el.
Publicar un comentario