sábado, 5 de enero de 2013

El último de 2012

“It’s time for the legend himself, it’s time for the multi Grammy award winner, for the Rock and Roll Hall of famer, the baddest motherfucker in town, ladies and gentlemen ¡Buddy Guy!”. Esa es la fervorosa introducción de Tom Marker para que el guitarrista nacido en Louisiana hace 76 años despliegue toda su magia en el escenario de su club de Chicago, el Buddy Guy’s Legend. El flamante disco en vivo es un regalo de Navidad: salió a la venta el 18 de diciembre y es una síntesis de los shows que Buddy Guy viene dando alrededor del mundo en la última década.

Si bien el concierto fue grabado en 2010, tiene una gran vigencia. Es potente, aguerrido y pasional, aunque no hay grandes sorpresas. Las canciones son, en su mayoría, las que los fanáticos de Buddy Guy esperaban que estén y su interpretación es tan visceral como la que dio en mayo del año pasado en el Teatro Gran Rex. Luego de la presentación, Buddy Guy hace estallar al público con Best damn fool y enseguida arremete con el blues más blusero de toda la historia: Manish boy. La banda que lo acompaña es la misma con la que vino a Buenos Aires: Ric Hall, en guitarra, Orlando Wright en bajo, Marty Sammon en teclados, y Tim Austin en batería. Todos ellos ya son como una extensión de su jefe y lo siguen en cada uno de los trucos que ejecuta. Después del clásico de Muddy Waters encadenan una versión funky y demoledora de I just want to make love to you para pasar sin respiro a Chicken heads, de Bobby Rush.

Buddy Guy en el Gran Rex (2012)
Recién al cuarto tema, la banda baja la intensidad para Skin deep, la balada que Buddy Guy compuso para el disco homónimo de 2008. El descanso melódico dura cinco minutos. Entonces un riff feroz precede el comienzo de uno de sus mayores éxitos: Damn right I've got the blues. Y aquí Buddy Guy canta con tanto feeling que es imposible abstraerse a su clamor. La parte del álbum dedicada al show en vivo, que dura 34 minutos, termina con el ilusionista haciendo sus ya clásicas imitaciones de John Lee Hooker, Jimi Hendrix y el Eric Clapton de la época de Cream.

Para terminar hay tres temas nuevos que fueron grabados en estudio con la colaboración de otros músicos: el guitarrista David Grissom; el ex tecladista de Stevie Ray Vaughan, Reese Wynans, que se luce con el Hammond B-3; los bajistas Michael Rhodes y Tommy Macdonald; y el baterista Tom Hambridge. Polka dot love es un slow blues en el que hay un excelente intercambio de solos entre Buddy Guy y David Grissom. En Coming for you se suman los Memphis Horns para un explosivo funky blues. El álbum termina con una nueva versión de Country boy, de Muddy Waters, que contrasta –especialmente- con el track anterior, yendo bien a las fuentes con una muy buena aparición en piano de Marty Sammon.

Live at Legends captura la fuerza en vivo de uno de los músicos más feroces y talentosos, y a su vez es un anticipo de que en breve, seguramente, tendremos un nuevo álbum de estudio de este legendario bluesman.

2 comentarios:

Perro Gorosito dijo...

Buenisimo!!!!!

Agustín Roca dijo...

nuuu.. quiero escucharlo. alguien lo tiene?