domingo, 27 de mayo de 2012

Estilo clásico

“Odio las grabaciones. Lo mío son las actuaciones en vivo. Tocar en vivo es maravilloso, pero grabar discos me destroza los nervios. Ver que esa lucecita roja se enciende es terrible. No lo disfruto”. Así respondió Jerry Portnoy a una pregunta que le hizo Marcelo Fernández Bitar durante una entrevista para Tiempo Argentino. Anoche vimos una parte de esa respuesta: a un hombre disfrutando plenamente del escenario y del público, en perfecto control de su instrumento y del show. Pero también escuchamos muchas veces esas grabaciones que dice que no disfrutó. Y es difícil pensar como ese hombre diminuto sufrió el encierro en un estudio con tipos como Muddy Waters, Johnny Winter, Eric Clapton, Ronnie Earl, Duke Robillard o su mentor, Walter Horton.

La noche de La Trastienda estuvo una vez más cargada de blues. Josh Fulero, el otro visitante ilustre, se encargó de calentar un poco el ambiente. Empezó con I done got over y para cuando promediaba You belong to me, inspirada absolutamente en Magic Sam, la banda hizo un corte y Portnoy apareció en escena. Alejandro Moreyra lo describió como un joven Vincent Price y creo que el parecido bien podría servir para las canciones de TVR. Portnoy vestía como en los 50: un traje con un corte de esa época, camisa violeta, corbata dorada y unos zapatos de cocodrilo bastante excéntricos. Sopló su armónica una vez y la banda se lanzó tras un slow blues duradero –Blues in a dream, dijo después- en el que demostró que no sólo en lo visual cultiva los años 50.

Hizo un tema más de su álbum Poison kisses, Charge it, que tiene cierta similitud con la Master charge de Albert Collins, para después tributar a los nombres que lo moldearon desde joven. “Me duele a veces saber que todos los músicos que admiré ya no están”, anunció antes de una notable versión de Kidney stew, de Eddie “Cleanhead” Vinson. Josh Fulero cambió una Gibson Les Paul dorada por una Stratocaster marrón para sacar unos solos impecables. Me hizo acordar un poco a Dave Specter, otro fino guitarrista influenciado por el sonido del West Side. Luego, Portnoy le indicó a la banda que era el momento de recordar al viejo Jimmy Rogers con uno de los temas más versionados de la historia del blues, Walkin’ by myself.

En algunos de sus discos, Portnoy incursionó en el terreno del jazz. En La Trastienda sólo hizo una hermosa versión de Misty, de Erroll Garner, que incluyó un fraseo exquisito, de una textura suave y un ritmo refinado. Baby scrtach my back y She moves me, de Muddy Waters, le imprimieron más pasión a la noche. Sloppy drunk fue el segundo tema de Jimmy Rogers que eligió para soltar unas notas intensas y después, con How long blues, hizo lo que a muchos bluesmen le gusta hacer: bajar y mezclarse con el público. Amplificando la armónica con lo que parecía un cilindro plástico, Portnoy recorrió las mesas buscando bellas damas para tocarle al oído.

Para el cierre tenía reservado el clásico imborrable de Little Walter, My babe, y una demoledora versión de Hush hush, de Jimmy Reed, que la introdujo con una ironía sobre cuánto les gusta hablar a las mujeres. Un instrumental precedió el final: Portnoy presentó a los músicos de La Argentina Blues Band, Walter Galeazzi (tecados), Mariano D’Andrea (bajo) y Gabriel Cabiaglia (batería), que durante todo el show estuvieron muy correctos y contenidos dejando que el maestroy y Fulero hicieran lo suyo. Los bises siguieron con Dust my broom, otro instrumental y Got my mojo working. Así terminó de demostrar por qué él es el puente entre los viejos maestros de Chicago y nosotros, el canal de expresión de la vieja escuela del blues y uno de los más fieles representantes del estilo clásico.


8 comentarios:

Paul Citraro dijo...

Exelente cobertura.

Anónimo dijo...

Excelente show. Fino y delicado. Despues del chasco con Buddy Guy un balsamo para mis oidos bluseros.

Martín Sassone dijo...

no sé a que chasco te referís porque el show de Buddy Guy fue asombroso.

Anónimo dijo...

Hola Martin. Ante todo te digo que sigo siempre tu pagina y me encanta. Mi opinion con respecto al show de Buddy Guy tiene que ver con lo que yo busco en un show de blues. No dudo que es un genio ,es mas , es uno de mis preferidos, pero el show me parecio un acto de virtuosismo mas que un show de blues. Saludos. Fernando

Martín Sassone dijo...

Hola Fernando, es cierto en parte lo que decís. Pero no creo que un acto de virtuosismo sea un chasco. Entiendo que no era lo que querías escuchar, pero está bueno que los músicos hagan cosas distintas porque sino sería todo uniforme. Lo importante del show de Buddy Guy fue que entretuvo a la gente y mostró todo lo que aprendió en más de 50 años tocando blues. Gracias por seguir el blog. Saludos

Nico Smoljan dijo...

muy buen show! muy buena nota!

Alejandro Moreyra dijo...

Ja! Genial! Muy buena reseña! Y me cita! Muchas gracias!

Baires Blues dijo...

Gracias Martin, muy buen reporte del show. Estamos muy conentos con todo el Tour de Jerry Portnoy. Un abrazo. MC