jueves, 30 de junio de 2011

De vino y blues

Una noche de otoño, húmeda y desabrida, decidí poner fin a las dudas sobre qué hacer y elegí quedarme en casa. El plan surgió al instante: escuchar una pila de discos y degustar un buen vino. Así fue como en el equipo empezó a sonar White African, de Otis Taylor, al tiempo que el sacacorchos penetraba la botella de Escudo Rojo, que había comprado unos meses antes en el free shop de San Pablo por apenas 20 dólares. Elaborado por la bodega Barón Philippe de Rothschild, en la zona de Maipo, Chile, Escudo Rojo cosecha 2008 es un blend de cuatro cepas: Cabernet Sauvignon, Carmenere, Syrah y Cabernet Franc. Empecé a degustarlo y pronto quedé prendado de sus aromas y su sabor. Lo acompañé con un queso de cabra que potenció todas sus virtudes. La seguidilla de discos siguió con Dislocation blues (Chris Whitley & Jeff Lang), Five long years (Eddie Boyd) y Searching for simplicity (Gregg Allman). El contenido de la botella fue bajando como cuando la marea se aleja de la costa. Recordar el aroma de los frutos rojos saliendo de la copa con discreción o el sabor contenido por la madera deambulando en mi boca son apenas dos momentos de una gran noche solitaria de vino y blues.

1 comentario:

María Ximena dijo...

Mmmmmm