viernes, 12 de febrero de 2010

Valdivieso x Valdivieso


Por Mariano Valdivieso

Miré el color a través de la copa y no pude distinguir la sobriedad que estaba por probar. No pude, es verdad, y no fue una limitación por falta de conocimiento, sino más bien por la luz suave que ahora merodea en la cocina-living-comedor de Arcos. De modo tal que lo que vino después fue pura sorpresa. Un Cabernet Franc chileno con una entrada en boca absolutamente frutal (frambuesa, guinda, jalea de cereza...) y un final robusto pero delicado en el paladar. Poca carga tánica, pero mucha pasión. Y en la pasión intenté detenerme ¿Qué elemento hace factible que un sorbo de tinto enrede y enjuague la boca con alcohol y pasión, las dos cosas a la vez? Tuve que ir muy atrás en el tiempo para elaborar esta teoría. A ver: la uva Cabernet Franc es pariente cercana del Cabernet Sauvignon; de ahí la potencia, la robustez y la firmeza. Pero a la vez, la Cabernet Franc es una uva bastante especial y quisquillosa. Debe protegerse del sol más que ninguna otra uva, por eso es apta en climas más vale fríos que calurosos. Si no se trata bien, con dulzura y pasión, se quema. Pero quise ir más atrás en el tiempo y encontré algo más: esta uva, originaria de Burdeos, tiene a un maléfico mecenas: el cardenal Richelieu. Hombre que vivió entre los siglos 15 y 16 y que además de haber sido un déspota tuvo la brillante idea de plantar una viña en el Loire, en 1631. Trescientos y pico de años después, la bodega Valdivieso nos regala este caldo espectacular. Alcohol y pasión, entonces. Un maridaje ideal para un vino espectacular.

2 comentarios:

Vero Pizzulli dijo...

No probé el vino, pero tengo la sensación de que me va a gustar... Cheers!

Ulises Beppo dijo...

cómo sabe de vino este pibe... yo que sassone lo contrato para su blog