Creo que puedo vivir con pequeños momentos de felicidad como el del jueves a la noche. Sentado en una butaca del Gran Rex, escuchando la dulce voz de una cantante extraordinaria. Aimee Mann es pura dulzura y suaves melodías. Fui feliz.
Entró casi corriendo al escenario. Se la veía muy excitada. Se excusó por no hablar español, por el cansancio de las 17 horas de vuelo y por una gripe incipiente, aunque ninguna de esas cosas afectaron la calidad del show. Aimee es una diosa de casi 50 años –los cumplirá el año próximo-, pero en su forma de moverse, en la frescura de su voz y en su aspecto, aparenta muchos menos. Todas sus melodías son dulces y refinadamente pegadizas. Sus letras reflejan lo que sus ojos observan y lo que su mente imagina. Sus sueños, sus tropiezos, sus deseos, sus desengaños. Frases simples, directas y apasionadas.
Aimee Mann se hizo famosa a nivel mundial por la banda de sonido de esa gran película de Paul Thomas Anderson, Magnolia, que hace diez años –sí, justo hace diez años- conmovió a todos con una gran historia y un reparto memorable encabezado por Tom Cruise, Julianne Moore, William H. Macy y Philip Seymour Hoffman. Quién no recuerda la escena en la que llueven sapos. Aimee tocó media docena de canciones de ese disco, entre las cuales estaban las maravillosas Wise up y Save me. Incluso tocó One (nada que ver con el tema de U2) a pedido de alguien del público.
Durante una hora y media repasó también temas de todos sus discos, incluidos Lost in Space y The Forgotten Arm. También se despachó con algunas nuevas canciones de @#%&*! Smilers y, para los bises, se acordó de su banda new wave de los ochenta, Till Tuesday. Aimee tocó guitarra acústica y bajo –y también tuvo tiempo para bromear con una flauta dulce- y estuvo acompañada por los polifuncionales Jamie Edwards y Jebin Bruni, en piano, teclados, percusión, sintetizadores, guitarra y bajo.
Aimee nos regaló mucho más de lo que esperábamos. Nos dio felicidad plena y amor. Por ahí alguno piense que exageró, que la felicidad es mucho más que una hora y media de música. Que cada uno piense como quiera. Aimee nos enamoró, nos deleitó y nos hizo volver a casa tarareando, deseando que pronto haya más pequeños momentos.
4 comentarios:
"La música es al alma lo que la gimnasia para el cuerpo" (Platón).
MUY BUEN BLOG MARTIN, TE QUIERO CONVIDAR CON MI MÚSICA, LA PODÉS OÍR EN http://www.rock-de-barrio.com.ar/mora-y-la-crema-blues
UN ABRAZO
hola.
me gustó este post. buena crónica.
seguiré visitándotes.
salutes!
visitándote...
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