Fotos: Ramiro Colombatti |
Además del show en la ciudad de las diagonales, Marquise se presentó en Chascomus y en El Bardo Bar, en San Telmo. En este último, tuvo que sortear severos percances eléctricos, el micrófono y la guitarra le dieron unos buenos sacudones, hasta que al final le dijo sin disimulo a los músicos: “Estoy cansado de esta mierda. Como no puedo tocar mi guitarra sigo con la armónica”. Lo cierto es que llevó adelante el recital con mucho profesionalismo y talento.
Marquise es como una esponja. Desde muy pequeño absorbió el blues más puro. En la versión de Hoochie coochie man cambió la letra y cantó: “Crecí escuchando a Jimmy Reed mientras en todos lados sonaban los Black Eyed Peas”. Una frase muy interesante que demuestra que la gran mayoría de los jóvenes de color en su país se inclina por la música comercial.
En la hora y media que duró su presentación en El Bardo, demostró que tiene un background musical impresionante, proporcional a su futuro como protagonista de la nueva generación de bluseros. Interpretó la animada Busted, de Ray Charles; descolló con una versión rancia de Mojo Hand, de su ídolo Lightinin’ Hopkins; nos llevó al Mississippi cuando solo con su guitarra tocó Feel like goin' home, de Muddy Waters; y sopló su armónica con mucha garra en Got my mojo working. También reprodujo el estilo de Albert King con un excepcional feeling y rindió homenaje al gran Howlin’ Wolf con el clásico Killing floor.
Marquise sudó de manera descontrolada, tal vez por el hervor de su sangre. Gotas enormes y densas cayeron desde su cabeza y empaparon su camisa. Eso dejó en claro que el blues no sólo lo vive y lo siente, sino que lo transpira también. Dos cosas fueron muy claras la noche del sábado: una que sus solos son a dedo limpio, candentes y afilados. La otra es que confió a pleno en los tres músicos que lo respaldaron, a quienes apenas miró para indicarles que canción seguía y con solo una o dos palabras marcó el pulso de la banda. Porzio, Diana y Cabiaglia mostraron todo su oficio sin titubear.
El desafío de Marquise es que ya lo acepten como un bluesman de fuste y que dejen de considerarlo una joven promesa. Por eso canta con intensidad e irguiendo la frente: “Todo el mundo se pregunta si este joven toca blues, y yo les respondo que no solo lo toco sino que lo canto también”.
11 comentarios:
gracias por la reseña
Muy buena reseña del show . Muchas gracias Martin.
buenisimo, Martin!! como siempre!!
se hizo un silencio reverencial cuando se mandó solito con su guitarra en "Feel Like Goin' Home". Si parecía que McKinley Morganfield estaba atento allá arriba!
Excelente !!!
Ojaja Martin es lo que nos hace falta !
CAPO MARQUISEE SE LA BANCO A MORIR
genialeeeeeeeeee todos!!!!!!
Estuvo muy bueno ,esperemos que vuelva ! Saludos
Gracias Martin, increible experiencia.
Minutos después del show me contó que su madre es de Grenada, Mississippi, tierra natal del gran Magic Slim.
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