miércoles, 18 de marzo de 2015

De alto vuelo


Tinsley Ellis irrumpió en la escena blusera a fines de los 80, cuando Stevie Ray Vaughan protagonizaba la revolución sonora que poco tiempo después, tras su muerte, se consolidaría de manera contundente. Tal vez por eso, muchos lo agregaron a la lista de posibles sucesores, algo realmente absurdo porque SRV es incomparable, y porque el estilo de Ellis, en realidad, no tenía mucho que ver con el del gran guitarrista texano.

Ellis grabó una decena de discos para el sello Alligator entre 1989 y 2009, aunque con un receso entre 1997 y 2004, en el que editó un álbum para Capricorn y dos para Telarc. En 2013, estrenó su sello Heartfixer Music, que le permitió mayor libertad a la hora de componer y grabar. Desde entonces, ya lanzó tres CD’s. El último, Tough love, que acaba de salir, contiene diez canciones propias en las que, además de su capacidad como compositor y guitarrista, demuestra que es un magnífico cantante.

El álbum comienza con Seven years, un tema en modo menor con un groove dominante, terreno fértil para que su guitarra serpenteé entre la base sutil del teclado de Kevin McKendree. Midnight ride tiene la esencia del boogie, suena más intensa y poderosa, y Ellis lleva los solos a su máxima expresión. En Give it away, recurre a una National steel guitar y a una melodía con mucho feeling, inspirada en la tradición de lo que se conoce como Americana. La base conformada por Steve Mackey en bajo y Lynn Williams en batería marcan un ritmo suave mientras Ellis desliza su slide y canta con mucho sentimiento. En Hard work endurece el sonido, distorsiona la guitarra y se muestra más recio e implacable. Así cierra la primera parte del disco, mostrando su versatilidad para abordar el blues desde diferentes ángulos.

En All in the name of love vuelve sobre un modo menor de medio tiempo, con mucho soul, pero esta vez, además de la base del hammond, aparece una refinada sección de vientos. Después desciende al blues más descarnado con Should I have lied, en apariencia similar a Ain’t nobody business, donde despliega el solo de guitarra más estremecedor de todo el álbum. En Leave me recorre el sendero del blues rock que desemboca en la pantanosa y oscura The King must die. Everything es un blues bien cuadrado, en el que su voz suena cansada y sopla su armónica homenajeando al legendario Jimmy Reed. Y cierra con In from the cold, un blues de proporciones épicas donde otra vez surge su canto más profundo y reluce un solo visceral.

Según distintas reseñas, Tough love es el mejor disco de su carrera. A los 57 años, luego de más de tres décadas en las primeras planas del blues, Tinsley Ellis al fin pudo combinar en un mismo álbum todo su talento con las seis cuerdas, un estilo vocal definido y un puñado de canciones propias de alto vuelo.



3 comentarios:

Oscar Castro dijo...

Gracias por las novedades! Sabés que antes de leer t crónica pensé: "Ah...Tinsley Ellis...el que comparaban con SRV..."

Angel Lombardo dijo...

Muy bueno !

Juancho Farias dijo...

Saludos ! un gran disco y coincido contigo que es el mejor de esta trilogia que inauguro con su nuevo sello (Get It! & Midnight Blue) .
Un abrazo