Foto Walter Galeazzi |
Jerry Portnoy demostró una vez más que tocar bien la armónica no es soplar y hacer botellas. El tipo domina una amplia gama de matices y variantes. Es muy climático y exigente con la banda que lo acompaña. Eso fue lo que hizo el sábado a la noche, más bien la madrugada del domingo, en la segunda fecha del Buenos Aires Blues Festival. El repertorio fue muy parecido al que realizó en su visita anterior, en mayo de 2012, y los músicos argentinos que lo acompañaron fueron los mismos. La única diferencia esta vez fue el guitarrista y cantante Ricky “King” Russell, que vino en lugar de Josh Fulero, y demostró ser un entertainer de primer nivel.
El show del legendario armoniquista de Muddy Waters comenzó a la 1.40 cuando King Russell, Mariano D’Andrea, Walter Galeazzi y Gabriel Cabiaglia le dieron le bienvenida con el shuffle de Freddie King, Side tracked. Portnoy pisó el escenario casi como un calco de la vez anterior. Un personaje con un aura de la década del 50, pasos lentos, mirada inquisitiva. Tomó una de sus armónicas de una pequeña valija de cuero que tenia junto a la batería y con el micrófono amplificó los primeros acordes de Blues in a dream, tras un brutal y efectivo corte de la banda. Acto seguido, emuló el sonido del tren y King Russell comenzó a cantar Mistery train. El repertorio siguió con Charge it, el único tema que cantó Portnoy, con una voz profunda y cavernosa. Russell, en cambio, con un tono más souleado brilló en Cold, cold feeling. Hubo un instante instrumental con Off the wall, clásico de de Little Walter que también grabó James Cotton.
La banda lo seguía a Portnoy al pie de la letra, en realidad a Russell que fue el nexo entre el viejo maestro y los músicos argentinos. “Ahora vamos a tocar una de Muddy Waters”, anunció Portnoy antes de zambullirse en She moves me. “Muchos de mis amigos se han muerto, pero siempre los mantengo vivos tocando sus canciones”, dijo antes de interpretar Walking by myself, de Jimmy Rogers, y Kidney stew, de Eddie “Cleanhead” Vinson. El momento jazzeado de la noche vino de la mano de Misty, de Errol Garner. Y para el final invitó a Nicolás Smoljan y Natacha Seara para desbordar el escenario de armónicas en Got my mojo working. Eran las 2.40 y el público pedía una más. En La Trastienda no son para nada flexibles ni amables con eso de salirse de su libreto, pero esta vez le concedieron una última canción a Portnoy que cerró con la imponente Dust my broom.
Seara y Smoljan ya habían dado lo suyo antes de Portnoy como artistas exclusivos de Hohner, la marca de armónicas que auspició la segunda fecha del festival. La rubia estuvo acompañada por Pehuién Innocenti en teclados, Rano Sarbach en guitarra, Rafa Franceschelli en bajo y el ex baterista de Pappo, Ricardo “Griego” Alonso, más el aporte en voz de Javier “Ciego” Goffman. El repertorio fue variado e incluyó las exquisites This ain’t what they used to be, Percolation, My babe didn’t come y Just your fool. Rompió el molde con su aproximación latina de Cerezo Rosa, que solía interpretar el Trío Los Panchos e invitó al guitarrista Alambre González para unos solos ácidos en Texas, tema de Edgar Winter.
Foto Walter Galeazzi |
Fue otra gran noche blusera, que contó también con el sonido cuidado y justo de Daniel De Vita. Lurrie Bell fue más visceral y frenético; Portnoy fue más cool y reflexivo. Pero en definitiva, ambas formas representan apenas dos de las tantas variantes que puede ofrecer el blues.
8 comentarios:
Gracias martin! Terrible show de blues de jerry portnoy u king rusell
Portnoy arrancó -como en 2012- con un blues en E (digamos en la nota mi), que se llama Blues In A Dream.
Off the wall es de Little Walter
Cotton grabó Off The Wall en el sello Verve y después en vivo en Live At Electric Lady. Puede que haya sido un clásico de Superharp, aunque la autoría fuera de Little Walter, no?
Hermoso festival! Altisima calidad y energía ambos días! Buena Martín!
Si señor Pelagayina. Usted en lo cierto
shou del año ¡¡ king rusell y portnoy ¡¡
Lo vivi y disfrute a full !!
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