Por tercer año consecutivo se realizó el Concurso de Bandas de Blues organizado por Blues en Movimiento y La Escuela de Blues. Esta vez, el escenario de la gran final fue Makena, en Palermo, y los participantes brindaron casi dos horas de música con muchas ganas e intensidad. Como ya se dio en las ediciones anteriores, las propuestas fueron muy diferentes y la onda entre los músicos fue la mejor.
Ganaron Los Pepas Rock and Blues, un grupo que arrastra una larga historia sobre sus espaldas, desde su formación en 1993, las presentaciones de la mano del Chaca junto a Pappo, La Renga, los Ratones Paranoicos y Alejandro Medina, hasta su separación en 2000 y su resurgimiento el año pasado con una nueva formación y un renovado espíritu festivo. Estas últimas semanas fueron muy intensas para la banda, primero por la aparición del Chaca, a quienes muchos lo daban por muerto. El tipo está viviendo en la marginalidad en Santa Fe y pidiendo monedas en las esquinas para sobrevivir. Además, la muerte del Negro García López fue un mazazo para ellos, eran muy amigos y habían compartido más de un escenario. Y finalmente este triunfo que les permitirá grabar un EP y abrir el show de Lurrie Bell, en la primera jornada del Buenos Aires Blues Festival que se realizará en noviembre.
La noche del sábado comenzó con la presentación de T-Bone Blues, una formación compuesta por guitarra, bajo, teclados batería, voz y coros, a cargo de Pablo Francisco, Emma Pardo, Mariel Caló y Andrea Artaza. La propuesta fue clara: soul y blues Memphis style. Comenzaron con If you don’t come back, de Leiber y Stoller, y siguieron con Take me to the river y Last clean shirt, de Rufus Thomas. Prolijos, buenas armonías vocales, aunque tal vez les faltó un poco de contundencia con los solos.
Luego apareció en escena Tres Tiros Blues Band, comandada por el armoniquista Fernando Vázquez y el guitarrista Patricio Grant. Con un sonido bien orientado al blues de Chicago, e inspirado en las grabaciones de James Cotton de los 70, el cuarteto interpretó Woke up this morning, One more mile y I’m ready. El bajista Tico Martinez Cortijo se adaptó muy bien al baterista Gonzalo Rodríguez, del Club del Jump, quien reemplazó al original, Tomas Argomedo que no pudo asistir por problemas de agenda. Blues eléctrico con la sangre en ebullición.
En tercer lugar apareció el cuarteto de La Plata Electric Spirits Blues, que recrea hasta en el más mínimo detalle el repertorio de Stevie Ray Vaughan. Escucharlos fue como un déjà vu de los 90. Daniel Miño imita muy bien al legendario guitarrista texano y el cantante Leguy por momentos alcanza el mismo registo. Hasta el bajista se parece físicamente a Tommy Shannon. Tocaron Mary had a little lamb, Cold shot y Couldn’t stand the weather.
El cierre estuvo a cargo de Los Pepas, los únicos que interpretaron temas propios en español. Con una sección de vientos muy potente -reforzada con la saxofonista Paloma Sneh-, dos guitarras, teclados, armónica, bajo y batería, más el histriónico Diego Bellini en voz, demostraron tener mucho rodaje y energía arriba de un escenario. Abrieron con Hay fiesta, siguieron con Chicas, wiskhy, rock and roll & boogie y cerraron No voy a olvidar. Si bien las letras no son para nada originales, la banda suena con mucha fuerza y desenfado.
Tras la elección del jurado, que integré junto a Guillermo Blanco Alvarado, El Tano Rosso, Mariano Cardozo, Nico Smoljan y Gabriel Cabiaglia, el maestro de ceremonias, Gabriel Grätzer, anunció el triunfo de la banda de Villa del Parque por apenas un punto más que Tres Tiros. El bajista Eduardo Baldino se mostró muy emocionado y dedicó el premio al Negro García López. Los músicos de los distintos grupos se abrazaron entre sí y, una vez más, como en los años anteriores, demostraron que esa es la manera para que el blues crezca y se expanda.