Easy Babies – Volumen 1. La banda liderada por Mauro Diana y Roberto Porzio se adecuó a los nuevos tiempos y su cuarta producción discográfica es un EP de cuatro canciones que está en todas las plataformas de reproducción de música vía streaming. Tras su participación en el Volumen 1 de Blues en Movimiento y sus dos discos -El blues paga mal (2010) y Tipos raros (2015)- Easy Babies se enfocó en la nueva tendencia de la música. Cambia el formato, pero el espíritu es el mismo. Las cuatro canciones siguen la línea histórica de la banda: blues en español con las letras de Mauro Diana (y alguna que otra colaboración) que hablan de lo que nos pasa, lo que vemos y lo que sentimos. Esas canciones no serían las mismas sin las guitarras expresivas de Porzio y Federico Verteramo y una rítmica soberbia a cargo del propio Diana y el baterista Homero Tolosa. El tema Buenos consejos, malos ejemplos es una frase que quedó picando hace años y que ahora cobró forma de canción y que Easy Babies llevó a las redes con un video en el que critican al presidente Macri. Volvería el tiempo atrás es una canción que Mauro Diana escribió con el armoniquista Alejandro Álvarez, con un ritmo festivo, una ferviente sección de caños y mucho slide. En Mi próximo error Mauro Diana comparte los créditos con Brian Chávez y por su tirmo y estilo se enmarca en los grandes hitos musicales del grupo: tiene un estribillo tarareable y la instrumentación cuenta con el hammond demoledor de Nico Raffetta. El EP termina con Sin reclamos, un blues lento y apasionado en el que le cantan a un amor que se terminó. Las cuatro canciones pueden parecer pocas, pero es apenas la primera parte de una etapa en la historia de la banda. Pronto vendrán más.
Max Hracek – Blues on top. La propuesta del cantante y guitarrista Max Hracek es diferente. Blues on top tardó tres años en salir y contiene una selección de canciones que lo moldearon durante sus años de formación. El álbum fue grabado en una toma en Estudios Del Parral y, por diversos motivos, su lanzamiento se demoró más de lo esperado. El disco contiene todas versiones de artistas clásicos, algunos con los que podemos identificar claramente el estilo de Hracek y otros que realmente sorprenden. En el primer grupo se encuentran las versiones de RM blues, de Roy Milton; T-Bone boogie y Glamour girl, de T-Bone Walker; y That will never do, de Freddie King. Las sorpresas son tres: una notable interpretación de Sick and tired, de Fats Domino; un poco de swing instrumental con Be bop Charlie; y Terraplane blues, el único tema acústico en el que el músico rememora aquellos años iniciales en los que escuchaba, día y noche, las grabaciones completas de Robert Johnson que editó el sello Columbia. En el medio, Hracek versiona tres canciones del gran Muddy Waters. No es una sorpresa, desde ya, porque cualquier músico de blues que se precie debe sumergirse en el vasto mundo del padre del blues de Chicago, pero ciertamente no es lo que Hracek está acostumbrado a tocar en vivo. Mauricio Marín y Julián Villegas están a cargo de la rítmica y Lucas Ferrari de las teclas. Los invitados son Adrián Jiménez (armónica), Juan Klappenbach (saxo) y Ariel Masini (piano). Además, Hracek contó con la colaboración de Julio Fabiani en la producción. Blues on top es un exquisito disco de blues que tiene sus variaciones estilísticas y eso lo hace mucho más ameno.
La
Jackie Brown - La Jackie Brown. La propuesta de la banda conformada por una nueva generación de músicos, del riñón de la Escuela de Blues, llena de aire fresco al sonido tradicional. En su álbum debut, el grupo no buscó recrear el sonido vintage, aunque su repertorio tenga algunos temas de hace más de 50 años, sino que intentó darle su propia impronta a cada una de las canciones. Y lo logró. Camilo Petralia y Yair Lerner se encargan de las voces y las guitarras y lo hacen con mucha soltura y un feeling realmente conmovedor. Sacha Snitcosky y Adrián Bareriro mantienen el ritmo con prestancia y buena cadencia. Ese ensamble, que también contó con la producción de Julio Fabiani, resulta admirable en cada una de las canciones. El disco atraviesa distintos momentos. Uno, de los mejores, es como reconvierten You don’t know what love is, de Fenton Robinson, en un colorido viaje soulero. Otro es There must be a reason, una composición original de James Brown que La Jackie Brown, con la colaboración de Brian Figueroa en guitarra, la transforma en un rock and roll bien stone. También sobresale la armonización vocal de Yair y Camilo en Down in Virginia y el poder del blues más profundo en Standing at the station. Pero el punto máximo es su interpretación de Learning the blues, un tema de Frank Sinatra y Count Basie en el que Camilo se calza el traje de crooner y lo saca adelante con mucha dignidad. No son todos covers: El anguia, que significa “el rata” en guaraní, es un shuffle instrumental que escribieron entre Camilo y Yair y que es el paso a la siguiente etapa de la banda, la de la composición. El álbum debut de La Jackie Brown es una muestra de talento en proceso de maduración, la primera página del libro de éxitos que la banda va a cosechar.
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