jueves, 25 de septiembre de 2014
Con el espíritu de siempre
El armoniquista Pierre Lacocque, un trotamundos que encontró su lugar en el mundo en Chicago, formó Mississippi Heat en 1991 con la intención de reproducir el sonido clásico de la década del 50, ese que enaltecieron Muddy Waters, Little Walter y tantos otros maestros del género. Para eso se rodeó de músicos locales de primer nivel como Billy Flynn, James Wheeler, Bob Stroger y Robert Convington. La banda comenzó a girar por los bares de la ciudad combinando un repertorio tradicional con nuevas canciones. Pasaron más de 20 años desde aquel debut, en el medio el grupo tuvo cambios en su formación y dejó una decena de discos, algunos editados por sellos alemanes y otros por Delmark.
En el nuevo álbum, Warning shot, Lacocque mantiene el espíritu de siempre, aunque los músicos que lo acompañan ya no sean los mismos. Los 16 temas del disco están enfocados en un sonido más actual, aunque siempre fiel al estilo de Chicago. La banda está conformada por la cantante Inetta Visor; Michael Dotson, un viejo conocido de los argentinos, en voz y guitarra; Brian Quinn, en bajo; y Kenny Smith, hijo del legendario baterista de Muddy Waters, Willie “Big Eyes” Smith, en batería. A todos ellos se suma el experimentado Sax Gordon en la mitad de los temas.
El grupo suena amalgamado, contundente, con mucho espíritu blusero y con cada uno de los músicos cumpliendo su rol a la perfección. Además de Chicago blues, Warning shot tiene altas dosis de boogie, swing, beat latino y funk. La mayoría de las canciones fueron escritas por Lacocque, aunque hay composiciones de Dotson, Visor y Smith. Además hay un cover instrumental de Your cheating heart, de Hank Williams, mucho más bluseado que la versión original, y con una gran combinación de armónica y saxo. Sweet poison, el tema que abre el disco tiene toda la mística del slide del viejo Elmore James; Come to mama, cantado con mucha fuerza por Visor, es una exploración por las raíces caribeñas de Nueva Orleans; Swingy dingy baby, de Dotson, es un boogie adictivo; y en Too sad to wipe my tears el grupo se desenchufa y entrega todo su blues a corazón abierto.
Warning shot es un gran disco que marca claramente que se puede interpretar blues de manera tradicional pero con una nueva vuelta de tuerca.
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