“Los verdaderos puristas del blues eran muy estirados y terriblemente conservadores, todo les parecía mal, eran los típicos repelentes con gafas que se erigían en jueces de lo que era y no era realmente blues (…) No tenían ni idea de lo que iban la mitad de las canciones que escuchaban y, si lo hubieran sabido, se hubieran cagado del susto. Se habían hecho su propia idea sobre lo que era el blues y estaban convencidos de que el de verdad sólo podían interpretarlo negros de zonas rurales y, para bien o para mal, aquella era su pasión.
Recuerdo que (con Mick Jagger) fuimos a un recital de blues en Manchester donde actuaban Sonny Terry, Brownie McGhee y John Lee Hooker. Y Muddy Waters: íbamos todos a verlo a él, pero también queríamos escucharlo a John Lee. También actuaban muchos más, Memphis Slim, por ejemplo. Muddy salió al escenario con su guitarra acústica y se puso a tocar los típicos temas al estilo del Delta del Mississippi: media hora en el Cielo; luego hubo un descanso y cuando volvió a salir venía con la eléctrica y el grupo entero enchufado… ¡prácticamente lo echaron del escenario con tanto abucheo! Pero él siguió, igual que un tanque, algo parecido había hecho Bob Dylan en el Albert Hall un año antes. El caso es que el ambiente era hostil, y ahí fue donde comprendí que en realidad la gente no escuchaba la música, que sólo les interesaba formar parte de una especie de club de selectos eruditos. Muddy y su grupo tocaron de maravilla, la banda era excepcional, me parece que llevaba a Junior Wells y a Hubert Sumlin también.
Ninguno de aquellos puristas del blues sabía tocar ningún instrumento, pero sus negros tenían que ser negros de verdad, de los que dicen a todo ‘sí, señó’ y van con jardinero cuando, en realidad, son tíos de ciudad y no pueden estar más en la onda. ¿Qué tenía que ver la eléctrica con todo aquello? Eran las mismas notas, sólo que tocadas un poco más fuerte y con un poco más de contundencia. Pero no, según los puristas ‘eso era rock and roll’. Lo que querían era una foto fija, no se enteraban de que, escucharan lo que escucharan, siempre iba a ser parte de un proceso, que siempre iba a venir de algún sitio e iba a evolucionar hacia otro.”
3 comentarios:
Gracias Martín! Lo he leído 2 veces y el libro no tiene desperdicio. También habla mucho del soul, el country y la música jamaiquina. Y los capítulos que le dedica a la Guitarra son sublimes.
Excelente Martin, 100 % de acuerdo con Keith !!!
Excelente, impecable, maravillosa descripción, me emocioné!.
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