En 2010, durante una entrega de premios, estos dos viejos guerreros del rock inglés se pusieron a charlar sobre música y sus años de gloria. Inexorablemente surgió el nombre de Johnny Kidd & The Pirates, un grupo fundacional de la época en que los Beatles todavía eran alumnos de secundario. Wilko Johnson y Roger Daltrey decidieron esa misma noche grabar un disco en homenaje a su pasado y sus influencias, a la vieja escuela del rock británico. Pero en el medio hubo una serie complicaciones que postergaron el proyecto durante tres años. Primero las agendas de ambos estaban saturadas y, cuando todo parecía encaminarse, a Wilko le diagnosticaron un cáncer de páncreas.
Pese a la enfermedad y un pronóstico poco alentador, Wilko sintió que era el momento y Daltrey aprovechó el fin de la gira por el 50 aniversario de The Who, y pusieron fecha de grabación: noviembre. Llegado el día se juntaron en los estudios Yellow Fish en Uckfield, al sur de Londres, y en tan solo una semana grabaron las 11 canciones que conforman el flamante y extraordinario Going back home.
El repertorio está compuesto por reversiones de la época dorada de Dr. Feelgood, la legendaria banda nacida del riñón de Wilko y el cantante Lee Brilleaux, y algunos originales del guitarrista. El único tema que rompe el molde en esa selección es un cover de Bob Dylan, Can you please crawl out your window. La onda del disco combina R&B, rockabilly, rock and roll y retazos bluseros.
Los músicos que los acompañaron son los que salían de gira con Wilko: Norman Watt-Roy en bajo y Dylan Howe en batería, más Mick Talbot, ex Style Council, en teclados, y Steve Weston en armónica. En cada una de las canciones la guitarra de Wilko suena enérgica y punzante, y se combina a la perfección con la voz intensa de Daltrey.
Una particularidad del disco es que fue editado por el sello Chess, el de Muddy, Howlin´Wolf y Little Walter, que resucitó para este proyecto.
“Ha sido un año increíble. Iba a morir en octubre y ahora mismo acabo de grabar esto con Roger”, declaró Wilko a la Rolling Stone. Going back home es una celebración del rock de la vieja escuela, a manos de dos verdaderas glorias que, lejos de amedrentarse por la edad y la proximidad de la muerte de uno de ellos, se las apañaron para sacar un disco que seguramente será uno de los mejores del año.