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Fotos Edy Rodríguez |
No vi puristas escandalizados. Pero seguramente los hubo, porque el Vorterix Blues Festival fue mucho más un evento de rock y a ellos no les gusta cuando se usa la palabra blues en vano. Sin embargo, si de llegar a la gente se trata, si queremos que el blues crezca, hay que celebrar que estos shows se hagan. El festival fue a sala llena y se transmitió en vivo por una de las señales más importantes de la FM. En horario central sonaron en miles de autos y hogares temas de Willie Dixon, Big Joe Williams, T-Bone Walker y B.B. King, interpretados por músicos que se animan a llevar el blues un poco más allá.
Todos los artistas que participaron, desde los más jóvenes hasta los más veteranos, se formaron escuchando y tocando blues. Y eso es a lo que rindieron tributo ayer. Támesis a su maestro Gabriel Grätzer; Daniel Raffo a los grandes guitarristas de blues; Viticus a Pappo; y La Mississippi a los pioneros del rock nacional y a una versión anterior de ellos mismos.
El festival fue organizado por Daniel Jiménez, conductor del programa
Delicias de un Charlatán, y confeso amante del blues, que hizo de maestro de ceremonias y, entre un show y otro, entrevistó a los músicos que contaron sus vivencias, sus sensaciones y sus influencias.
Poco antes de las 21, subió al escenario Támesis, que cada paso que da es más largo que el anterior, y que probablemente sea la banda revelación del año. El show de los alumnos de la Escuela de Blues fue relativamente corto pero muy intenso. Interpretaron dos temas de su segundo disco,
Soy igual a vos y
Mensaje para vos, el inédito
Consuelo para pocos y Highway 49, con Gabriel Grätzer como invitado en guitarra eléctrica y voz.
Después fue el turno de uno de los guitarristas más finos y con mayor
feeling del blues local. Daniel Raffo se presentó con su Brass Band conformada por Daniel Allevato en voz, Nandu Tecla en hammond, el bajista zurdo Nacho Porqueres, Juanito Moro en batería y las Fisu Horns. El repertorio de Raffo fue el más blusero de la noche, aunque el ritmo fue más funky que lo que suele hacer con King Size. Abrió con un medley que incluyó Watermelon man y Every day I have the blues, y luego desplegó su pasión por los grandes guitarristas con Pony tail y Darling you know I love you. Apuntalado en la fuerza vocal de Allevato desplegó más funky y soul con Get off my life woman y Resurrection shuffle. Para terminar eligió Lillie Mae, un tema de Dave Bartholomew que seguramente Raffo escuchó infinidad de veces por los Roomful of Blues, en el que se animó tocar a duo el piano con Nandu y hasta hacer coros.
De la técnica sutil y exquisita de Raffo, la noche del jueves pasó a la vorágine rockera de Viticus, una fija en Vorterix. Vitico comenzó cantando
La autopista y
Fuera de mí. El guitarrista Gastón Videla tomó el control de la banda con su voz y su slide para una furiosa versión de Hoochie coochie man y el final fue un tributo a Pappo en continuado, a toda máquina y sin contemplaciones que incluyó
Sucio y desprolijo, Sube a mi voiture y
No obstante lo cual.
La depsedida tuvo a La Mississippi, con un encumbrado Ricardo Tapia, que mostró toda su experiencia y soltura tanto con los temas más nuevos de la banda como con los clásicos. Empezó con
Delicias de un charlatán, la apertura del programa de Daniel Jiménez, y viajaron 20 años atrás con
Un poco más, de su disco
Mbugi, en el que Gustavo Ginoi punteó con mucha garra.
De nuevo de vuelta lo mismo, de
Amor y Paz;
El titular, de
Búfalo; y
Mono, de
Palacio de pulgas, precedieron al
Blues del equipaje, para el que Tapia invitó al saxofonista Eduardo Introcaso, aunque un micrófono le jugó una mala pasada y en su solo hubo un estruendo inesperado. La banda homenajeó a Vox Dei con
Ritmo de blues con armónica y a Pescado Rabioso con una visceral
Post Crucifixión. Introncaso y Daniel Raffo volvieron al escenario para el gran final con dos temas insignia del blues local como
Café Madrid y
Un trago para ver mejor.
Fue una gran noche, con el blues a lo Vorterix, con el sonido al mango, por momentos demasiado, con mucho rock y una gran reverencia al blues por parte de los artistas convocados. Ah, y encima fue gratis. Vendrán más, seguramente, porque hay mucho talento y gente con ganas de escuchar.