viernes, 26 de octubre de 2012

Jack Bruce en el Gran Rex

Pocas bandas tuvieron una influencia tan notable en los músicos fundadores del rock nacional como Cream. Manal, Pappo’s blues, Pescado Rabioso y tantos otros tomaron muchas cosas del power trío integrado por Eric Clapton, Jack Bruce y Ginger Baker, poco después de que hubiera revolucionado el mundo del rock con una combinación letal de blues y psicodelia. Hoy, a 45 años de la irrupción de la banda inglesa, el 33 por ciento de esa formación, Jack Bruce, se presentó en vivo en el Teatro Gran Rex acompañado por media docena de músicos que conforman la Big Blues Band.

Baltasar Comotto
Baltasar Comotto, guitarrista del Indio Solari y del fallecido Luis Alberto Spinetta, fue el telonero del legendario bajista escocés. Abrió con Sacude tu mente y siguió agitando las cuerdas de su Gibson Les Paul dorada con temas como Milestones y Blindado. Fueron seis canciones en media hora y Comotto y su banda se llevaron un discreto aplauso del público.

Jack Bruce –campera de cuero, camisa y jeans- apareció en escena dando unos pasos cortos, con su bajo a cuestas, mostrando algunas dificultades para caminar. Sólo lo acompañaban el guitarrista Tony Remy y el baterista Frank Tontoh. Comenzaron con First time I met the blues, un tema de Buddy Guy que no sonó para nada bien. La guitarra estaba muy arriba, la voz de Bruce casi no se escuchaba y la batería retumbaba sin piedad. Para el segundo tema -Neighbor, neighbor- subió la sección de vientos y el tecladista Paddy Milner. Aquí sonaron un poco mejor, pero la voz de Bruce seguía perdida, un poco porque el micrófono estaba bajo y otro poco porque los años hicieron mella en sus cuerdas vocales.

Paddy Milner y Jack Bruce
El primer tema que tocaron de Cream fue Politician. Claro que los vientos y el hammond le dieron un marco muy distinto a la versión que estamos acostumbrados a escuchar en Wheels of fire. Born under a bad sign, el clásico de Albert King, fue la siguiente canción que encaró la banda, con la guitarra poco ortodoxa de Remy desafiando a los solos del bajo. Cuando terminó, Bruce se sentó al piano. “Estoy contento de poder sentarme. Estoy algo cansado”, dijo mientras tocaba los primeros acordes de Theme for an imaginary western, ya con Nick Cohen cubriéndolo en el bajo.

Spoonful, de Howlin’ Wolf, fue el siguiente blues de la noche. Aquí el sonido había mejorado un poco y se pudo disfrutar el exquisito solo de trombón de Winston Rollins. Después, para el cierre, vinieron cuatro temas de Cream concatenados: la balada épica We're going wrong, Deserted cities of the heart –con dos bajos en escena- y los clásicos White room, que derivó con un enérgico solo de batería, y Sunshine of your love.

Jack Bruce decidió hacer uno de los bises sentado al piano. Cuando todos esperaban algún tema conocido él optó por The Consul at sunset, editado en su disco solista de 1971, Harmony row. Dejó el piano, volvió a tomar el bajo eléctrico y se acercó al micrófono. Desde la platea le pidieron Strange brew, I’m so glad y otros. Por un segundo pareció que él les iba a dar el gusto pero finalmente eligió Mellow down easy, de Willie Dixon. Y así se fue un show dispar, en el que Bruce hizo lo mejor que pudo y con onda, pese a que el sonido no estuvo a la altura de su leyenda. Pero al público pareció gustarle y él prometió regresar.

1 comentario:

Alejandro Moreyra dijo...

exactamente eso