Aunque parezca mentira, en una ciudad tan grande y cosmopolita como Nueva York, Terra blues es el único bar dedicado exclusivamente al género surgido en el Delta del Mississippi. Antes estaban Manny's Car Wash y Chicago Blues pero la crisis y cierta falta de interes de los neoyorquinos se los devoraron. En Times Square todavía se mantiene el B.B. KIng's Club, pero allí no todas las noches hay blues. Así que el pequeño antro que está sobre Bleecker Street, en el corazón del Greenwich Village, es garantía de buen blues. Allí tocan regularmente Michael Powers, Clarence Spady, Junior Mack, Slam Allen, Michael Hill, Irving Louis Lattin y Saron Crenshaw.
El domingo a las 20 se presentó Bobby Bryan. Solo, con su guitarra Ibanez AFJ y una interesante gama de pedales, animó a no más de 15 personas con una selección de clásicos del blues de todas las épocas. En un lugar iluminado de manera muy tenue, el público fue respetuoso de la propuesta del artista y lo escuchó en silencio, casi como si se tratara de un músico de jazz.
Pese a que nació en la Costa Oeste, en Los Angeles, Bryan migró a la otra punta de los Estados Unidos, lugar en el que todavía vive y, mientras Terra Blues siga abierto, el no dejará. Muchos lo señalan como el nuevo Robert Cray, aunque si bien él no reniega de esa comparación prefiere decir que está buscando su propio estilo. Pero también le gusta nombrar como influencias a los músicos con los que tocó en su carrera, especialmente Smokey Wilson, Albert Collins, Johnny Copeland, Irving Louis Lattin y Wayne Bennett. Lo cierto es que Bobby Bryan tiene un estilo limpio y crujiente para tocar la guitarra y su voz es nasal y con mucho soul.
Su show, relajado y espontáneo, estuvo dividido en dos partes de 45 minutos cada una. Empezó con Blues leave me alone y siguió con Black cat bone, Stormy monday, Everyday I have the blues y Baby, you don't have to go, el tema de Muddy Waters que se lo dedicó a su "futura ex esposa". Unos 15 minutos después volvió al pequeño escenario, apenas con dos focos apumtando sobre su humanidad, para tocar temas como Stranger blues -así se llama su disco de 2007-, Bad boy, Something you got, Bring it on home to me y Crossroads. Excepcional fue la versión de Key to the highway y, a pedido de una mujer, improvisó una versión de Strong persuader, de Robert Cray.
La camarera apareció por segunda vez con el balde para las propinas -antes lo había hecho en el intervalo- y eso fue el anuncio de que el show estaba por terminar. Bobby Bryan interpretó Natural ball, de Otis Rush, y tres minutos después los aplausos comenzaron a despedirlo. Fue una exquisita noche blusera. Mientras haya músicos como Bobby Bryan y lugares como Terra Blues el blues seguirá vivo.
3 comentarios:
Ya me imagino en ese local, con ese musico de fondo, con un whiskey ... hummm, tu si que vives bien !! un abrazo
Te falto que suba el dueño a tocar la trompeta...lo hace a menudo...otros que van ahí, son excelentes FRANK MOREY y Hazmat Modine...No te olvides de 55 Bar.
Me voy a EE.UU en mayo del año que viene, a hacer la ruta del blues desde el sur. Termino en NY, así que este post tuyo me viene al periquete.
PD: Me gusta Hazmat Modine, ojalá los pueda ver!!!
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