viernes, 2 de marzo de 2012

El clan Burnside


Podríamos decir que esta historia empezó a escribirse el 23 de noviembre de 1926 en la ciudad sureña de Oxford, pero sus capítulos más importantes se desarrollaron unos kilómetros más al norte, en Holly Springs, muy cerca de Memphis. En esos poblados nació, se crío y se formó musicalmente R.L. Burnside, uno de los bluesmen más emblemáticos del Mississippi, cuyo legado sigue hoy vigente en una innumerable cantidad de discos y en sus descendientes.

Fred McDowell
R.L. aprendió a tocar la guitarra escuchando a su vecino, el legendario Fred McDowell, maestro del slide y pieza clave en el resurgimiento del blues en los sesenta. Durante décadas los blues de R.L quedaron limitados a su zona de influencia, el norte de Mississippi y el sur de Tennessee. Por eso no tuvo otra opción que alternar la guitarra con la pesca y los trabajos rurales para poder vivir y mantener a su numerosa familia. De a poco, sin carteles de neón ni agentes de prensa, fue armándose una reputación. En los sesenta grabó para el sello Arhoolie y recién a fines de los ochenta hizo sus primeras giras lejos de su casa, incluso fue convocado a algunos festivales de blues en Europa.

Pero el reconocimiento a gran escala le llegó junto con su amigo y vecino de Holly Springs, Junior Kimbrough. En los noventa ambos músicos fueron fichados por la discográfica Fat Possum, luego de que tuvieran una significativa aparición en el documental Deep Blues, de Robert Mugge. Para ese sello grabaron un puñado de discos que hoy definen el sonido eléctrico y crudo del norte de Mississippi. Too bad Jim y Come on in son dos de los discos más interesantes de R.L. Burnside. El primero, de 1992, está considerado como su mejor álbum, y es un fiel reflejo de cómo sonaba en los juke joints. El segundo, de 1998, es tan jugado y extremo que cuesta creer que lo haya grabado a los 71 años. Combina su blues crudo y salvaje con los loops y samplers del DJ Tom Rothrock. ¿El resultado? Un puente generacional entre las raíces y la música electrónica, que fue muy cuestionado por los puristas pero que, con el tiempo, ha logrado revalorizarse. Se podría también sumar el que grabó junto a Jon Spencer en 1996, A Ass pocket of whiskey, otro trabajo contundente y atrevido.

Duwayne Burnside
R.L. murió el 1º de septiembre de 2005 en un hospital de Memphis. Tenía 79 años y hacía cinco que su salud era muy delicada, debido a una serie de complicaciones cardíacas. Pero en Mississippi su apellido sigue tan vigente como antes. Uno de sus hijos, Duwayne Burnside, logró apuntalar su carrera solista. Empezó tocando el bajo junto a su padre y luego se dedicó por completo a la guitarra: tuvo un paso interesante por los North Mississippi All Star y hoy es uno de los músicos más activos de todo el sur profundo. Live At The Mint es un gran disco para acercarse a su música.

Cedric Burnside
Otro de los herederos, Garry Burnside, formó junto a su sobrino Cedric (nieto de R.L.), la Burnside Exploration, con la que editaron un disco en 2006. Garry había tocado en la banda de Junior Kimbrough y Cedric se había consolidado como baterísta de su abuelo, en la misma formación en la que la otra guitarra estaba a cargo de un hijo por adopción de R.L., el genial Kenny Brown. Hoy, Garry escribe canciones y toca junto a The Hill Country Revue, banda formada por Cody Dickinson, de los North Mississippi All Stars. Cedric, en cambio formó un dúo arrollador junto al guitarrista Lightinin’ Malcom. Hay muchos más Burnside’s por ahí. R.L. tuvo trece hijos que le dieron 35 nietos, aunque no todos se dedican a la música. Pero hay otros que heredaron su legado: a los ya mencionados Kenny Brown, los North Mississippi All Stars y Jon Spencer, podemos sumar a los Black Keys, Seasick Steve, los White Stripes, J.J. Grey y muchos más. R.L. vive en todos ellos.

1 comentario:

Goyo Delta Blues dijo...

Gracias Martin!