La formula de esta poción es más o menos la misma que siempre: blues, soul, rock y cajun. Pero ahora, la voz de Benoit suena mucho más segura, perfectamente ensamblada a cada uno de los temas que interpreta. El disco fue grabado en los estudios Dockside, fue producido por Benoit y Osborne, quienes contaron con la colaboración de David Z. a la hora de la ingeniería de sonido. Desde el primer minuto hasta el último, Medicine tiene ese dejo fangoso de Louisiana. Diez de las canciones son bien eléctricas, pero hay un momento acústico fantástico en el que Benoit interpreta Long lonely Bayou junto al violinista Michael Doucet.
La banda merece un párrafo aparte. Benoit reunió a músicos que conocen el pantano como pocos: el hijo de Aaron Neville, Ivan, está a cargo de los teclados Hammond; Brady Blade lleva la rítmica desde su batería; y Core y Duplechin se encarga del bajo. Y cuenta con la segunda guitarra a cargo de Osborne, quien, según dijo, utilizó para estas sesiones la Lucille original de B.B. King.
Además de los temas compuestos por Benoit-Osborne, el resto de las canciones pertenecen a artistas como Johnny Otis y Junior “Guitar” Watson (Broke and lonely), al ya mencionado Michael Doucet (Can’t you see) y a John Magnie y Tommy Malone (Next to me).
Medicine es uno de los mejores discos de Benoit. Y parte de eso se debe a la espontaneidad del momento de la grabación. El músico contó en una entrevista: “La magia aparece cuando menos lo espera. La mayor parte del material del álbum es en vivo, y en su mayoría son primeras tomas. Cuando tocábamos tratamos de no estructurar las cosas. Estábamos abiertos al momento”.
1 comentario:
Groso!
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