Era lo que le faltaba. Tras acompañar durante un lustro muy exitoso a Stevie Ray Vaughan & Double Trouble, grabar con infinidad de artistas como Buddy Guy, Bob Seger, Lou Ann Barton, Joe Louis Walker, Tab Benoit y John Hiatt, y sumarse como miembro estable de la banda de Joe Bonamassa, el tecladista Reese Wynans acaba de lanzar su primer álbum solista.
A los 71 años y celebrando medio siglo como músico profesional, Wynams se dio el lujo de grabar con amigos una serie de canciones que lo marcaron a lo largo de su vida. El disco, Sweet release, también marca el debut de Bonamassa como productor. El álbum comienza con dos temas de SRV. El primero es Crossfire, en el que el tecladista desata una locura sonora desde su hammond acompañado por la guitarra feroz de Kenny Wayne Shepherd, la rítmica precisa de los Double Trouble Tommy Shannon y Chris Layton, los vientos de los Texicali Horns y la imponente voz de Sam Moore (Sam & Dave). Luego reduce la formación a cuarteto para interpretar Say What, el primer tema que grabó junto a SRV en el álbum Soul to Soul.
Con Mike Farris en voz y Josh Smith en guitarra, Wynans se despacha una exuberante versión de That driving beat, del productor Willie Mitchell, responsable de muchos de los éxitos de Al Green. Luego se incorpora Doyle Bramhall II para cantar y solear en You’re killing my love, del genial Otis Rush y que tan bien supo interpretar Michael Bloomfield, con el trompetista Lee Thornburg comandando una huracanada sección de caños. En el tema que da nombre al disco, un clásico de Boz Scaggs, Wynans celebra la década del setenta con un combinado vocal impresionante que reúne a Bonnie Bramlett, Jimmy Hall, Warren Haynes, Keb’ Mo’, Paulie Cerra, Vince Hill y Mike Farris, mientras que Bonamassa y Josh Smith se hacen cargo de las guitarras.
Vuelve a juntar a los Double Trouble con Kenny Wayne Shepherd, más la voz de Noah Hunt, para recrear Shape I’m in, un potente rock and roll de los Arc Angels, el súper grupo que formaron Shannon, Layton, Charlie Sexton y Doyle Bramhall II en los noventa. Retoma el cancionero de SRV con Hard to be, del disco póstumo Family style, con Jim Hall y Bonnie Bramlett compartiendo voces, Bonamassa en guitarra y él al frente del piano, en un tempo menos que la original y con una intervención de vientos que le dan un espíritu más souleado al tema. Las guitarras de Bonamassa y Shepherd se fusionan con el hammond de Wynams en la icónica Riviera Paradise bajo el sustento rítmico de los Double Trouble.
La parte del final del disco tiene a Warren Haynes en voz y guitarra liderando la brisa sureña de Take the time, tema de Les Dudek. Lo acompañan Bonamassa y un coro femenino en el que sobresale Mahalia Barnes. Sigue con dos temas del legendario Tampa Red, al piano y con un feeling más blusero. Primero con So much trouble, con banda y Bonamassa en voz y primera guitarra, y luego con I got a right to be blue, un mano a mano acústico con Keb’ Mo’. La celebración musical de Wynans finaliza con dos instrumentales: uno bien funky, Soul island, de The Meters, y el otro resulta el epilógo perfecto: solo al piano para el clásico de los Beatles, Blackbird.
Wynans construyó su carrera como sideman, aportando desde las teclas lo necesario para jerarquizar los discos o shows de otros grandes artistas. Y ahora llegó su momento de dar un paso al frente, aunque lo hizo como siempre, desde su lugar y dejando que otros brillen.
2 comentarios:
Lo tengo, esta excelente este disco!!
Que Dream Team ! junto al espíritu de SRV rondando todo el disco.
Fabuloso .
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