domingo, 20 de marzo de 2016
En el camino
Salimos a la ruta. Llevamos Bien al Sur - La Historia del Blues en la Argentina a Cañada de Gómez, provincia de Santa Fe. Fueron cuatro horas de auto que compartí con Gabriel Grätzer y nuestro editor Leandro Donozo. En el camino escuchamos los clásicos de blues de Sun Records, un compilado de los Rolling Stones y Río Místico de Yalo López. Charlamos de música, de libros y Gabriel dejó algunas frases picando al mejor estilo Héctor Starc, que no serán reproducidas en esta crónica para preservar su integridad física e imagen.
Fuimos por la ruta 9 hasta Villa Gobernador Gálvez, allí tomamos la Avenida Circunvalación 25 de Mayo y a la altura del Casino de Rosario subimos a la autopista que va a Córdoba. Llegamos a Cañada poco después de las 19 del viernes. En la puerta del Hotel Universal, frente a la plaza principal, nos esperaba Ezequiel Piccioli, el organizador de la presentación. Nos dio la bienvenida y nos dijo que nos pasaría a buscar una hora más tarde. Nos registramos el hotel, una pintoresca construcción del siglo XIX, que todavía tiene operativo un antiquísimo intercomunicador telefónico. Subimos por una fastuosa escalera a la habitación 421. Dejamos las mochilas, nos acicalamos y bajamos a esperar a Ezequiel.
A unas cinco o seis cuadras de allí, en Boulevard López al 900, nos esperaban una veintena de personas. El lugar es conocido como MAC, un viejo edificio ferroviario en el que funciona el Museo de Arte Cañadense. Adentro había una exposición de fotos de músicos de blues que tocaron en esas ciudad. Las imágenes de Don Vilanova, Matías Fernández, Marcelo Marín, Vanesa Harbek, Nico Smoljan y Florencia Ruiz, entre otros, nos dieron el marco ideal. Mientras Leandro acomodaba algunos libros para vender, a Gabriel y a mí nos hicieron un par de notas para medios locales. Cerca de las 21, comenzamos con la exposición. Leandro habló primero sobre la editorial y el rol del editor. Después yo hice una síntesis detallada del libro y Gabriel terminó poniendo el foco en los músicos y la escena blusera del interior, un capítulo esencial de Bien al Sur. La charla duró unos 45 minutos. No hubo preguntas y solo un aplauso cuando terminamos. Pero faltaba algo más: Gabriel tomó una guitarra que le prestaron e invitó al armoniquista local Martín Truco. Juntos interpretaron Night time is the right time y Highway 49, y le pusieron música a la noche.
Afuera estaba fresco. La brisa invitaba a refugiarse en algún lugar cerrado. Con Ezequiel, Martín, su mujer, Pablo Di Tomaso (director del MAC) y Rulli, de un perturbador parecido al Bocha Bochini, fuimos a cenar a La Imperial, un restaurante muy palermitano, con luces tenues y música de Jack Johnson, ubicado en la esquina de Lavalle y España. Tomamos Love Malbec de Finca Las Moras y yo comí unos exquisitos ñoquis rellenos con salsa de hongos. Un par más pidieron pastas mientras que otros eligieron bondiola de cerdo o algún plato de carne. El Embajador del Blues optó por un "crocante de pollo" que acompañó con un jugo de maracuyá y no sé qué otra fruta exótica. Regresamos al hotel a las 2 y nos fuimos a dormir. Mis compañeros de viaje conciliaron rápidamente el sueño. A mí me costó un poco más: el sonido de una pésima banda de rock pesado, que daba un recital en un Club Social ubicado a pocos metros del hotel, se infiltró en mi cabeza.
El sábado a la mañana nos despertamos temprano, desayunamos y volvimos a la ruta. En el camino de vuelta nos acompañaron los Allman Brothers, Johnny Cash, ZZ Top y una grabación del programa de radio conducido por Bob Dylan. Atrás dejamos unos cuantos nuevos amigos y el gusto de haber hablado sobre algo que amamos: nuestro libro de blues argentino.
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2 comentarios:
Muy gratificante la visita, la presentación del libro, la cena, las risas, el blues, las charlas de la vida, del laburo y de los hijos. Gracias por sumarse a los amigos que nos da la pasión por la música! La próxima, asado en casa!!!
Se viene el libro de las frases picantes?
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