domingo, 16 de marzo de 2014

Blues desde las entrañas


Leaving here walking, un tema que Jimmy Burns compuso en los 60, pero que recién editó a mediados de los 90, lo define como artista. Un hombre surgido de la raíz más profunda del blues del Mississippi pero con una gran capacidad de absorción de otros ritmos y estilos que fue escuchando a lo largo de los años. Como me dijo Mauro Diana ayer al finalizar del show: “Esta canción es una genialidad, si la hubiera escrito Willie Dixon hoy sería uno de los clásicos indiscutibles del blues”.

Lo de Jimmy Burns anoche en La Trastienda fue extraordinario, y eso que muchos no nos dimos cuenta de que algo le pasaba hasta que él mismo lo blanqueó. Sacó de su bolsillo un tubito blanco y se metió una pastilla en la boca. “Son de glucosa –dijo-, es que soy diabético. Son lo más dulce después de una mujer”. “Al principio no se sentía bien, pero por suerte después se recuperó”, contó Gabriel Cabiaglia.


Más allá de ese episodio, imperceptible para la mayoría del público, Burns recorrió la hora y media de show de la mejor manera con su fusión de blues de Chicago y soul. Abrió con Shake for me, con el acompañamiento preciso de la rítmica que conforman Diana y Cabiaglia, más la guitarra inspirada de Roberto Porzio. El repertorio incluyó algunos temas propios como Spend sometime with me, No consideration y la mencionada Leaving here walking, la que comenzó diciendo: “Ahora me voy al Mississippi, donde nací, y me los llevo a todos ustedes conmigo”. Los covers que eligió fueron I smell trouble, Stuck in the middle, Rock me mama, Stand by me -la recordada y emotiva canción de Ben E. King- y A string to your heart, de Jimmy Reed, en la que sorprendió soplando una armónica Marine Band.

Jimmy Burns es un gran guitarrista, pero la magia de sus shows no está en sus solos, sino en su poderío vocal. Su forma de cantar y su voz son hipnotizantes. Su registro es notable, cuando sube y cuando baja. No fuerza nada, todo sale de manera natural desde sus entrañas. El tipo sabe, lo lleva muy adentro.

Otro momento increíble de la noche fue cuando interpretó Cold as ice, de la banda de rock Foreigner. A diferencia de la versión en solitario que hizo cuando vino en 2012, esta vez estuvo respaldado por la banda, que le marcó un ritmo de shuffle a medio tiempo. En otro tramo del show, Burns se animó al scat, emulando con su voz los sonidos que sacaba de su guitarra Schecter.

Sobre el final, minutos antes de las 2 de la madrugada, el viejo Jimmy dijo “esta la conocen todos” y lanzó los primeros acordes de Hoochie coochie man y la banda lo siguió con mucha energía. Una vez más, como en toda la noche, lo dejó a Roberto Porzio al frente con otro solo y él optó por sacar la armónica otra vez. El bis lo encontró solo frente al público. Como en su visita anterior había interpretado Cold as ice, esta vez cambió por una sublime versión de Rainy night in Georgia. Fue una gran noche de blues protagonizada por uno de los músicos más auténticos de la escena actual.

6 comentarios:

Roberto Porzio dijo...

tal cual fue martin ¡¡

Maria Heer dijo...

muy bueno!!!!

Jose Luis Pardo dijo...

muy bueno . la cronica el show y la noche

Oscar Castro dijo...

Muy bueno Martín! Increible noche. Porzio, Diana y Cabiaglia elevaron la vara de "banda de acompañamiento"

Nacho angel dijo...

que dificil debe ser tocar con jimmy, la cara de mauro cuando miraba que nota tocaba o que hacia jimmy eran terribles!!jajaja como diciendo que esta tocandooo???? muy buen show, buenos solos Roberto!!

Juju Estrin dijo...

lamentablemente me lo perdí pero pude hacer un recorrido mental y casi musical con tu resumen del show!