domingo, 19 de mayo de 2013

Bluseros argentinos for export

(Esta nota fue publicada en el Nº1 de Blues en su tinta).

El 10 de agosto de 1993, hace casi 20 años, podría decirse que comenzó un fenómeno que, con distintas aristas e historias, se fue ampliando: el blues argentino de exportación. Esa noche, Pappo subió al escenario del Madison Square Garden de Nueva York invitado nada más y nada menos que por B.B. King, para tocar un par de temas junto a otras leyendas del género como Koko Taylor, Buddy Guy, Junior Wells y Lonnie Brooks. Significó un merecido reconocimiento para el gran guitarrista argentino. En toda su carrera, Pappo se presentó en más de 60 países y hasta grabó un disco en vivo en Los Ángeles, junto a Deacon Jones.

Pero el blues argentino for export tiene otras historias, algunas más conocidas y otras no tanto. Y también tiene sus matices: hubo músicos que vivieron y tocaron en el exterior mucho antes que ese glorioso show de Pappo, aunque en muchos casos se fueron empujados por la coyuntura socio política de la Argentina.

Claudio Gabis, guitarrista y fundador del legendario trío Manal, fue uno de los primeros en llevar su vida y su música a otros horizontes. En los 70 vivió algunos años en Brasil y luego regresó a la Argentina, hasta que en 1989 decidió emigrar a España. Se instaló en Madrid y allí continuó su carrera, a la que le sumó la docencia: dictó cursos, seminarios y escribió libros y artículos sobre teoría, crítica y crónica musical. Nunca dejó de grabar y tocar en vivo. Una o dos veces por año viene al país para realizar algunos shows y visitar viejos amigos.

Miguel Vilanova también tuvo su exilio en España en los 70, cuando la Argentina era gobernada por la dictadura cívico-militar. En Madrid, grabó con Joaquín Sabina, integró el grupo Cucharada y compartió escenarios con Pappo, quien también anduvo por ese país por aquél entonces. Otro blusero argentino que estuvo por esos pagos en esa misma época fue el tecladista Ciro Fogliatta. Botafogo regresó a Buenos Aires en 1984 y tiempo después formó Durazno de Gala. En 1995, inició su carrera solista que lo llevó de gira por los Estados Unidos, donde tocó con músicos como Carey Bell y Bruce Ewan. Pero el blues lo llevó aún más lejos: en 1999 se fue de gira a Japón, donde grabó un disco en vivo.

Dos de sus ex compañeros de Durazno de Gala, Yalo López y Víctor Hamudis, viajaron juntos a Madrid en 1979. “Eran años oscuros en la Argentina, así que una opción era exiliarse. Teníamos 19 años y nuestra ilusión era llegar y armar una banda propia, pero había que comer y pagar el alquiler antes. Víctor entró como baterista del cantante Ramoncin y al poco tiempo se fue el bajista de la banda y lo reemplacé yo. La paga era muy buena y además tocábamos juntos. El trabajo intenso duró seis meses. Luego me llamó Gustavo Gregorio para avisarme que dejaba la banda de Moris y me ofreció reemplazarlo. Acepté con todo gusto: además de tocar con el maestro Moris, en la banda estaban Ciro Fogliatta y Hermes Calabria (baterista de Barón Rojo)”, cuenta Yalo.

Con el dinero ganado, los dos se fueron a recorrer en combi España, Francia y terminaron en Londres. “Agradezco haber tenido la posibilidad de irme en los momentos difíciles que se vivían aquí, la suerte que miles de no tuvieron y hoy están desaparecidos. Agradezco a la música porque gracias a ella viví todas esas experiencias inolvidables”, añade Yalo. Ambos músicos, bastante tiempo después, en 2005, volvieron a Madrid. Allí, grabaron el cd Río Místico y tocaron con la Vargas Blues Band.

Los 90 fueron años diferentes para los músicos. El blues tuvo un auge comercial y dos bandas marcaron el pulso de la escena local: La Mississippi y Memphis la Blusera. La primera se presentó en festivales en Brasil, Paraguay, Uruguay y Colombia, y en abril de 2006 realizó una gira por España. “Fuimos calurosamente bienvenidos por el público local, así como también por los numerosos argentinos radicados allí. La gira comprendió las ciudades de Madrid, Valencia, Bilbao, Guernica, y otros puntos del País Vasco”, cuenta Ricardo Tapia en su sitio de Internet. Memphis también recorrió países de Latinoamérica, especialmente después de sus discos Nunca tuve tanto blues (1994) y Cosa de hombres (1995).

A Gabriel Grätzer, con justicia lo llaman el Embajador del Blues argentino, porque llevó su country blues a muchos rincones del mundo. Al igual que Botafogo se presentó en Japón, en festivales como los de Shinkushu o Ueno, y también en Taiwán. En 2004, compartió noche junto a Corey Harris en Blues Sur Seine, en París, Francia. Pero eso no es todo: tocó en decenas de festivales sudamericanos: Colombia, Perú, Bolivia, Paraguay y Brasil. “Es hermoso que gracias al blues haya podido viajar a tantos lugares y conocer gente y culturas diferentes. Así pude comprobar que el blues es un idioma universal. Viajar es sinónimo de crecer y compartir momentos, escenarios y experiencias con otras bandas y músicos”, dice Grätzer, quien en mayo vuelve al ruedo internacional con una gira por España.



Gabriel Trombetta, ex líder de los Delta Blues, y José Luis Pardo son dos terribles guitarristas que se radicaron en Europa hace algunos años. El primero se fue a vivir a Italia en 2003 y junto a su hermano, Fernando “Conejo” Trombetta, formó Gabriel Delta & The Hurricanes. La banda gira bastante por Europa con su combo de blues, ritmos latinos, funky, swing y soul. Además, Gabriel escribe artículos para la revista española Guitarra Actual y es endorsement de la firma Graal, la cual fabricó la Segnature Gabriel Delta.

Lo de José Luis Pardo es más reciente. Él lo cuenta así: “Empecé haciendo dos giras por España en 2006 y 2007, y desde 2008 estoy radicado en Madrid. Acá grabé un disco con Lorenzo Thompson, Do the Siesta, y otro con Willie Buck, Sessions for Muddy. Participé en los álbumes de varios grupos locales e incluyeron algunos temas míos en diversos compilados. El último, Los blues de la Ciudad, que editó La Sociedad de Blues de Madrid cuenta con la canción Cansado, de mi disco Country and City Blues”.

“Como el circuito acá es nacional y las distancias son cortas –explica Pardo-, me conozco toda España. He tocado en todo tipo de eventos, pero ahora por la crisis los bares pagan un poco mal y prefiero dedicarme a los festivales. Pero hay algunos clubs que son obligados y eso me mantiene”. La vida en España y su propio talento le abrieron las puertas del mundo: hizo tres giras por México y cinco por Brasil junto a los cantantes Tail Dragger y Willie Buck. Pero además tocó en Alemania, Francia, Rusia, Portugal, Estados Unidos, India, Nepal y hasta en el África, en países como Congo y Sudáfrica. Entre tantos viajes compartió escenario con músicos de la talla de John Primer, Tab Benoit, Pinetop Perkins y Billy Branch.

Otro que está en España y que, cada tanto toca con Pardo, es Flavio Rigatozzo, más conocido como Tota. Vive en Barcelona y junto a su banda, Tota Blues, reproduce el sonido del south side de Chiacgo y tocó junto a visitantes ilustres como Louisiana Red, Bob Margolin, Raful Neal, James Wheeler y Phil Guy.

Max Valldeneu es un guitarrista nacido en Buenos Aires hace 44 años, pero que se crío en la ciudad de Santa Fe. A los 17 años, quedó hechizado por el sonido de Jimi Hendrix y empezó a tocar la guitarra. Tiempo después incluiría el blues más puro a estilo. Fue el violero de La Fulana y llegó a tocar junto a Taj Mahal en una de sus visitas a la Argentina. En 1997 hizo su primer viaje a los Estados Unidos y quedó encantado. Al regresar a la Argentina formó Mo’Blues y en 2000 decidió emigrar de manera definitiva. Se instaló en Chicago y enseguida comenzó a tocar en los clubes bajo la atenta mirada de guitarristas como Otis Rush, Eddie C. Campbell y Lurrie Bell. Gracias a la influencia de Artie "Blues Boy" White, Valldeneu amplió su estilo al R&B y el jazz y eso lo llevó a tocar para Little Milton y Tyrone Davis, con quienes se fue de gira por Canadá y varios países de Europa. Hoy, su música está más emparentada con el smoth jazz, un blend de soul, jazz, r&b y funk. En los últimos años vino un par de veces a tocar a Buenos Aires, una acompañando a Lurrie Bell y la otra al frente de su banda.

Willy Lojo es otro músico que está radicado en los Estados Unidos desde hace 12 años, aunque no en la ventosa y fría Chicago, sino en la tropical Florida, en la ciudad de Boca Ratón. Lojo toca la armónica y canta en la banda Lowdown 13, que combina el blues de Chicago y Texas. “Es muy difícil este gremio –explica-, a esta altura el blues aquí no tiene realmente mercado. Muchas ciudades ni siquiera tienen shows de blues de ningún tipo, y mismo acá en los últimos años han cerrado muchos de los clubes más importantes. A la gente realmente no le interesa y la prueba es que cuando tocamos en House of Blues o BB King' s muchas veces el público ni sabe qué tipo de música está escuchando”. “Así y todo la peleamos y le damos duro. Gracias a Dios nos hemos mantenido cuando otras bandas no han podido hacerlo”, agrega Lojo.

Más acá, en Brasil, también hay músicos argentinos radicados. Danny Vincent se instaló en San Pablo en 1990. Allí conoció al armonicista Robson Fernandes, con quien todavía se junta a tocar regularmente. Ambos hicieron giras por todo Brasil, Argentina y Bolivia. El productor y baterista Adrián Flores, en tanto, vive un poco más al sur, en Navegantes, cerca de Camboriú. Desde allí conduce Radio Raw Blues y arma giras por ese país y el nuestro. Y también, pese a la distancia, mantiene viva a La Blues Special Band.

Si hablamos de Brasil, no podemos omitir a Nicolás Smoljan. Desde 2006, el armonicista es una fija en varios festivales como el Bluesmenau Festival, el Mississippi Delta Blues Festival de Caxias do Sul, el Rio Rock & Blues Festival, el Guaramiranga Jazz & Blues o el Encuentro Internacional de Armónicas de Sao Paulo. En todos esos viajes entabló una gran amistad con músicos locales como Flávio Guimarães, Jefferson Gonçalves e Igor Prado. En su última gira, Smoljan pudo llevar a su propia banda, integrada por Matías Cipiliano en guitarra, Pato Raffo en batería, Mariano D’Andrea en bajo y Gustavo Doreste en piano. En medio de tantos viajes a Brasil, pudo conocer Chile, donde compartió escenario con Gonzalo Araya, y también Uruguay

“Una de las cosas más lindas que me dio la música es la posibilidad de viajar, conocer lugares increíbles y hacer grandes amigos, además de tocar con músicos de diferentes lugares y con distintas realidades y visiones que las mías. Aprendí cosas nuevas y disfruté tocando ante públicos que provienen de diferentes culturas y costumbres. La música me ha demostrado claramente que trasciende todo y no tiene fronteras”, dice Smoljan en sintonía con la opinión de Grätzer.

Vieja Estación, la banda de los hermanos Espósito, tuvo una experiencia diferente. Luego de recorrer la noche porteña y editar un par de discos de manera independiente, la crisis de 2001 y 2002 los obligó a irse a México. Allí, se afianzaron en clubes del Distrito Federal y se convirtieron en la banda elegida por los músicos estadounidenses que bajaban a tocar en tierra azteca. Es así como respaldaron shows de Billy Branch, Carlos Johnson, Dave Specter y Phil Guy. Hoy, con algunos cambios, la banda renació en Buenos Aires y está trabajando en su próximo álbum.

La historia de Goyo Echegoyen es otra: hace un año pudo llevar su Delta Blues a Colombia. “Mi visita fue muy nutrida. La recepción y el armado de la gira por parte de Santiago Monsalve Uribe en San Cristóbal, Medellín y Calí, y de Santiago Beracasa en Bogotá, fueron excelentes. Me hicieron entrevistas para la radio y la televisión y realicé pequeños shows promocionales”, relata Goyo a Blues en su tinta. “San Cristóbal fue mi debut en tierra colombiana, y de inmediato sentí el afecto de la gente. Los tragos de cerveza y aguardiente parecían venir de todos lados. El segundo paso, en el Teatro Matacandelas de Medellín, se lleno de invitados”, agrega. La gira de Goyo siguió por el Café Dalí, también en Medellín, y luego dio una clínica show en Yamaha junto a Monsalve Uribe y otros músicos. En Calí se presentó en el Centro Colombo Americano con un lleno total. Pero todavía faltaba el principal objetivo: el Festival Internacional de la Libélula Dorada. “Fue una gran experiencia, que me dejó muchos amigos, historias y anécdotas únicas”, resume el guitarrista.

La última –y muy reciente- experiencia de Blues argentino for export la encabezó el guitarrista Omar Itcovici. El destino fue la lejana Rusia y la excusa fue recrear temas de Bob Dylan y algunos blues. Itcovici, ya había viajado a ese país anteriormente por cuestiones personales y también para realizar giras junto a Lazy Lester, Lorenzo Thompson y otros músicos porteños como Mauro Diana, Mono Martino y Pato Raffo. Esta vez, la banda que lo acompañó estuvo integrada por Mauro Bonamico (bajista de Vieja Estación), el tecladista Machi Romanelli y dos miembros de Támesis: Julio Fabiani y Homero Tolosa. Bajo el nombre de Omar Itcovici & Hurricanes recorrieron ciudades como Surgut, Novozibirsk, Tomsk y Moscú.

“Nos hospedamos en hoteles que conseguía el promotor de la gira. Nos movimos en avión, tren y también en una van, que la usamos para ir a las ciudades que estaban más cerca. En los shows, la respuesta de la gente fue la mejor. En resumen, la experiencia fue única”, describe todavía emocionado el guitarrista Julio Fabiani.

Los años oscuros, en los que los músicos se iban para preservar sus vidas, han quedado atrás; como así también la crisis económica que empujó a muchos al exilio hace más de una década. Ahora, los que viven aquí o allá, visitan distintos países llevando sus canciones o nuevas interpretaciones de viejos clásicos a los rincones más recónditos del mundo. Para cada uno de ellos, esas experiencias son como sus pequeños “Madison Square Garden” y representan el triunfo de la perseverancia, el esfuerzo y la pasión por una música, que surgió en las entrañas del Delta del Mississippi y se expandió por todo el planeta, más allá de las diferentes culturas y barreras idiomáticas.

11 comentarios:

Guillermo Willy Lojo dijo...

Gracias Martin x las palabras !

Guillermo Blanco Alvarado dijo...

Excelente la nota, che. No sabia lo de Lojo, ni lo de Trombetta. Pero te faltò David More

Mariano Agustin D'andrea dijo...


Muy bueno!

Maximiliano Valldeneu dijo...


Mil gracias! Muy interesante! Muchas historias de amigos que ya conocia y muchas nuevas historias que fue muy placentero leer. Bendiciones.

Gabriel Cabiaglia dijo...

Excelente!

Goyo Delta Blues dijo...

Gracias Martin por incluirme entre tantos grosos! abrazo

Gustavo Rozenberg dijo...

Quedaría agregar a Mike Facen, muy buen bajista argentino que ha venido hace unos años junto a Enrico Crivellaro y David Rotundo; la banda santafesina Mo´Blues, primer grupo argentino que ha tocado en el festival anual de Blues de Memphis; la Demian Band, conducida por un guitarrista buenisimo llamado Demian Dominguez, actualmente radicado en Barcelona... y por supuesto como ya mencionaron el gran David M´ore, quien ha tocado y toca con toda la crema del blues de San Francisco!

Adrián Flores dijo...

Para un tal Sassone que no tiene mucha idea de lo que hice en estos años con el Blues. Aunque no le guste mi persona (mismo sin conocernos) deberia como buen "periodista" que se precie, investigar antes de escribir una nota y dar algun dato de mayor importancia cuando se refiere a mi.
Algunos datos que no estan en este resumen de actividades, todavia los puede investigar, como que fui quien le puso el nombre y funde a la Mississippi; que en Enero de 1993 tambien toque en USA, en el Kingstone Mines de Chicago mas precisamente; que desde 2004 que estoy radicado en Brasil y tambien sigo haciendo mis shows aqui; que cuando no habia nadie produciendo Blues entre 2004 y 2007 fui yo que volvi a llevar a Eddie C Campbell en Abril y Phil Guy en Julio para Buenos Aires; y que recientemente organizamos el Traslasierra Blues, Primer Festival de Blues Internacional de Mina Clavero, Cordoba. Seguro que de algo me olvido yo tambien.

Danny Vincent dijo...

No hay nada mejor que cuando se hace una retrospectiva,y en este caso retrospectiva que envuelve seres humanos y su trabajo,todos ellos sean tratados con el mismo lente, y si es posible, vistos desde un angulo imparcial y colectando la mejor cantidad de datos sobre cada uno de ellos .Si se profundiza sobre uno, es higiénico y lógico que se profundice sobre todos.Escribir sobre la vida de alguien es algo sério,muy sério,por eso lo minimo que esa persona se merece es ser respetado y tratado en condiciones igualitarias.En la nota en la que el Sr. Sassone se refiere a los musicos de Blues Argentinos que han ido trabajar en el exterior,veo que en el menor de los casos ha habido mala información , dejando baches inexplicables como la actividad del Señor Adrian Flores en el suelo Brasilero y Argentino.Yo ni quiero colocar en el mural de Adrian la ridicula e infima pesquisa con respecto a mi persona,hay que procurar fuentes Sr Sassone, su matéria es netamente tendenciosa e imparcial.

Tana Spinelli dijo...

Linda nota, hay más que han viajado y girado por suerte!

Gustavo Pollo Zungri dijo...

buenisimo como siempre!! ojala lo postees en la comunidad algun dia pa los pibes!!! dale copate Martinchoo!!