Estos tres discos fueron editados en el último mes y corresponden a artistas de peso que siguen explorando la música de sus antecesores.
John Primer – Blues on solid ground. Este disco es un viaje hacia su infancia, un sobrevuelo imaginario por el Mississippi de la década del 40. Es un repaso sobre como él y su familia pasaron sus días rodeados de dificultades, cosechando algodón al rayo del sol durante jornadas eternas, viviendo en cabañas precarias y sometidos por la segregación racial. Aquí, Primer desnuda su alma y no solo nos cuenta cómo fue su vida, sino también como hizo para salir adelante. Y el secreto de eso no es otra cosa que la música. En este disco, Primer reescribió el sonido de los blues que escuchaba cuando era joven manteniendo la impronta acústica. Los 13 temas fueron compuestos por él y se rodeó de algunos de los mismos músicos que Mud Morganfield utilizó para grabar su flamante álbum Son of a seventh son: Kenny Smith, E.G. McDaniel y Barrelhouse Chuck, aunque en armónica aquí está Russ Green en lugar de Bob Corritore. Primer sigue vigente y como dijo su esposa Lisa: “El blues seguirá entre nosotros mucho más tiempo mientras él siga parado en terreno sólido”.
Billy Boy Arnold – Sings Big Bill Broonzy. La propuesta no es original: Muddy Waters ya lo hizo en 1960. Y lo hizo muy bien. Pero esta nueva aproximación a uno de los bluseros más emblemáticos de la historia no se puede pasar por alto. Porque más allá de que no sea novedoso, se trata de interpretaciones concienzudas y apasionadas. Billy Boy Arnold se tomó en serio su vuelta a los estudios de grabación y optó por algo similar a lo que había hecho en 2008 cuando dedicó un disco a la memoria de John Lee “Sonny Boy” Williamson. Ahora se abrazó a la figura de Broonzy, otro precursor del blues de Chicago e intérprete de folk y blues rural. Acompañado por Billy Flynn (guitarra y mandolina), Eric Noden (guitarra), Beau Sample (contrabajo) y Rick Sherry (clarinete, tabla de lavar y percusión) grabó 15 versiones majestuosas entre las que se destacan Key to the highway, Sweet honey bee, It was just a dream y San Antonio blues.
Rory Block - I belong to the band / A tribute to Rev. Gary Davis. Esta guitarrista y cantante nacida en Nueva York en 1949 ya lleva más de 40 años tocando blues tradicional. Grabó por primera vez en 1975 y desde entonces editó 27 discos, los últimos tres dedicados a bluesmen legendarios: Robert Johnson, Son House y Fred McDowell. Ahora se embarcó en un homenaje a uno de sus mentores, el Reverendo Gary Davis, guitarrista al que solía visitar en su casa del Bronx junto a Stefan Grossman. Aquí está ella sola con su guitarra, combinando el blues con el góspel, aplicando todo lo que aprendió de su maestro: arpegios con el pulgar y ese estilo complejo con el que logra tocar la rítmica y los solos al mismo tiempo. Block también se destaca con el slide, especialmente en el tema que da nombre al disco. El repertorio cuenta con muchas de las canciones del gran Gary Davis como Samson & Delilah y Death don't have no mercy. Un disco bárbaro para escuchar a una gran intérprete contemporánea y, de paso, para quienes no lo conozcan, entrar en el maravilloso mundo del Reverendo.
1 comentario:
Gracias Martin por compartir el nuevo disco de John Primer artista de mgb producciones quien estara en febrero 2013 nuevamente en gira
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