El gran año de Mud Morganfield llegó. Editó su segundo disco, fue una de las figuras centrales del Festival de Blues de Chicago y posó para la tapa de la prestigiosa revista Living Blues. Es que Mud está demostrando que es un artista cabal y no un mero imitador de su padre. Si bien la figura de Muddy Waters guía el espíritu de su música y su forma de cantar, Mud consiguió imprimirle su propio sello a las canciones. Y nosotros fuimos testigos de esa consolidación. Hace tres años, cuando vino por primera vez a la Argentina, no era muy conocido y algunos no creían en él. Pero todo eso cambió. Y cambió a fuerza de blues. Mud es un extraordinario cantante y arriba del escenario tiene un carisma fantástico. Es capaz de hacer cantar y bailar hasta al público más perezoso.
Su último disco Son of a seventh son recibió muy buenas críticas en los Estados Unidos, no solo por su interpretación, sino porque empezó a hacerse notar como compositor: siete de los doce temas que tiene el álbum los escribió él. La referencia a su padre en el título del disco no se extiende a todo el repertorio. Mud apenas hace un cover del legendario Muddy Waters y es suficiente para despejar dudas sobre cuál es su ADN. You can't lose what you ain't never had es, tal vez, una de las mejores canciones del padre del blues de Chicago, no por nada Martin Scorsese la eligió como tema de apertura de la serie de películas The Blues. Y aquí Mud canta con pasión y verdadera devoción. También suena muy bien el tema del guitarrista Billy Flynn, Money (Can´t buy everything), por la solvencia vocal de Mud y la combinación de los teclados de Barrelhouse Chuck y la armónica de Bob Corritore, quien también compuso otro track del disco. En la balada blusera Midnight lover, Mud demuestra que es capaz de imprimirle mucho soul a su canto. Mientras que en Loco Motor despliega un boogie movedizo y candente. Blues in my shoes es su alegato final: "Si crees que no tengo el blues, me gustaría que hubieras caminado con mis zapatos / Tengo el blues desde hace tanto, que ya no sé qué hacer.”
A Billy Flynn, Bob Corritore y Barrelhouse Chuck se les suman el bajista E.G. McDaniel y el guitarrista Rick Kreher. La batería está a cargo de Kenny “Beedy Eyes” Smith, otro heredero de la vieja escuela, hijo de Willie Smith, el baterista que más tiempo estuvo junto a Muddy Waters. La banda tuvo una buena sinergia en el estudio y el resultado es un álbum sensacional que, a diferencia del anterior, Fall waters fall (2008), será distribuido más ampliamente.
El 26 de julio, Mud se presentará en La Trastienda con músicos locales con lo que ya tocó en sus visitas anteriores. Roberto Porzio y Toto Palacio (guitarras), Gustavo "Bohemio" Rubinsztein (bajo), Rubén Gaitán (armónica), Gabriel Cabiaglia (batería) y Walter Galeazzi (teclados) tienen una larga trayectoria en la escena local, aportan solidez rítmica, sentimiento y profesionalismo, como un músico de la talla de Mud necesita.
Mud Morganfield, o Muddy Waters Jr. como lo llaman algunos, recorrió un largo camino para llegar al lugar en el que está hoy. Lidió con sus fantasmas durante muchos años hasta que aceptó lo que el destino tenía reservado para él: hacer honor al legado de Muddy Waters y llevar el blues a donde sea necesario. Y aquí no hará otra cosa que sentar sus bases y honrar el buen nombre de su padre.
3 comentarios:
Sensacional comentario de Mud. Lo vi las 2 veces que vino y es realmente muy carismatico.Saludos. Fernando
Muy bueno! Pensar que lo tendremos el 28 de Julio por Neuquén!
Muy buen reporte del ultimo Cd de Mud y del artista que es. Muchas gracias Martin , por publicarlo. Un abrazo. MC
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