Ray Charles – Rare Genius / The undiscovered masters. Hay que agradecerle al señor John Burk, productor del disco Genius loves company, por haber hallado este material inédito de Ray Charles. Son canciones que fueron grabadas entre 1970 y 1990. En algunos casos, apenas eran demos de las canciones a los que Burk completó con muy buenos músicos actuales. El álbum se balancea entre el soul, el blues y el R&B con unas secciones de viento exquisitas. Lo mejor de este hallazgo, sin dudas, es el tema a dúo que interpreta junto a Johnny Cash: una hermosa versión de Why me Lord, de Kris Kristofferson.
Varios artistas – Treme (soundtrack). Si la serie -que tenía a la música como protagonista absoluta- fue increíble, la banda de sonido no podía ser menos. El álbum tiene 19 temas que conforman, en gran medida, un mosaico de la música actual de Nueva Orleans. Y están casi todos: Dr. John toca una gran versión de Indian red; Irma Thomas & Allen Toussaint emocionan con una Time is on my side fabulosa; la Soul Rebels Brass Band junto a John Mooney interpretan una versión festiva de Drinka little poison (4 U die); y Trombone Shorty & James Andres sacuden sus vientos con Ooh Poo Pah Doo. Un disco formidable.
Chris Duarte – Infinite energy. Tal vez el disco esté demasiado producido. Me gusta más cuando la música de Chris Duarte fluye con más espontaneidad y fiereza. Sin duda sus dos mejores discos siguen siendo los primeros: Texas Sugar, Strat magik (1994) y Tailspin headwhack (1997). De todas maneras, Infinite energy tiene lo suyo: grandes solos de guitarra que se encuadran en la tradición de Austin post Vaughan, que músicos como Duarte, Smokin’ Joe Kubek y Charlie Sexton, entre otros, supieron enhebrar.
Axel Zwingenberger – The magic of boogie woogie. La aclaración es importante: este disco es sólo para fanáticos del piano. Quien no esté acostumbrado a escuchar este tipo de álbumes, The magic of boogie woogie tal vez le parezca un poco repetitivo. Hecha la aclaración, el álbum es una buena muestra del talento de este pianista alemán que se dedica a estudiar a los grandes maestros del género (Albert Ammons, Meade "Lux" Lewis y Pete Jonson) y mantener vivo el estilo. Aquí, Zwingenberger está acompañado por una sección rítmica de lujo: el contrabajista Dave Green y Charlie Watts, de los Stones, en batería.
Lee Ritenour – 6 string theory. Ritenour es un conocido guitarrista de estudio, que se hizo famoso en los setenta cuando tocaba con el brasileño Sergio Mendes. Su música siempre fue un combo de pop, Brasil y jazz. Ahora, acaba de cumplir 50 años y para celebrarlos invitó a una decena de guitarristas de primer nivel para zapar con él, Así, 6 string theory se convirtió en un homenaje a la guitarra. Lo mejor del disco es la versión del tema de Tracy Chapman, Give me one reason, que interpreta junto a Joe Bonamassa y Robert Cray. Los otros invitados del álbum son: B.B. King, Keb’ Mo’, Pat Martino, Slash, George Benson, Jonny Lang, Neal Schon y John Scofield, entre otros.
Leonard Cohen – Songs from the road. Durante muchos años, Cohen estuvo alejado de los escenarios y su regreso ahora quedó plasmado en dos discos: el año pasado con el formidable Live in London y este año con Songs from the road. Si bien ambos álbumes son muy similares –hasta en la elección de los temas- son una buena excusa para escuchar y disfrutar de una de las voces más apasionantes y poderosas de la historia del rock. Las canciones de Songs from the road fueron grabadas entre 2008 y el año pasado en conciertos realizados en Israel, Escocia, Inglaterra, Suecia, Finlandia, Alemania y EE.UU.
Justin Townes Earle - Harlem River blues. El hijo de Steve Earle -a quien su padre le puso de segundo nombre el de su mentor, Townes Van Zandt- acaba de editar su tercer disco para el sello Bloodshot. Una obra sensacional que no desentona para nada con sus trabajos anteriores. El country alternativo, el rockabilly y el blues se fusionan para conformar el sonido de JTE, una música de raíces donde los coros femeninos, las sesiones de viento y la instrumentación esencialmente acústica reviven la música de sus antecesores: Cisco Houston, Eddie Hinton, Woody Guthrie y Waylon Jennings.
Cassandra Wilson – Silver pony. Ella tiene una de las voces más poderosas e innovadoras del jazz contemporáneo. Logró absorber, procesar y recrear distintos estilos de la música tradicional negra y ponerle su sello indeleble. Las canciones de este disco, por ejemplo, explican bien esa fusión: Blackbird, de los Beatles; If it’s magic, de Stevie Wonder; Saddle up my pony, del delta bluesman Charley Patton; Lover come back to me, que cantaba Billie Holliday; además de media docena de temas propios muy sólidos y bien producidos.
Tony Joe White – The shine. Este disco se lo recomiendo solamente a los que son muy fanáticos de TJW. De lo contrario, si nunca lo escuchaste, te sugiero que empieces por su disco Black and white (1969) o algún Greatest hits. Si ya lo conocés y no te gusta tanto su estilo, The shine no va a hacer nada para que cambies de opinión. Ahora, si te gusta su groove pantanoso y te seduce con su cadencia rítmica, con este álbum vas a poder disfrutar: parece que fue grabado en el living de su casa. Música en estado puro.
Neil Diamond – Dreams. El viejo Neil acaba de lanzar un álbum acústico, simple y melancólico. Es un disco ideal para escuchar su magnífica voz en todo su esplendor, aunque la elección de los temas, en su mayoría covers, es poco original, Son canciones muy melosas, medio bajón. Eso hace que por momentos Dreams se ponga bastante aburrido, sobre todo cuando interpreta Love song, Yesterday o Feels like home. Pero salvan al disco las versiones de Ain’t no sunshine, Blackbird y la extraordinaria Hallelujah.
2 comentarios:
cómo puedo hacer para conseguir el de cris duarte?
Il semble que vous soyez un expert dans ce domaine, vos remarques sont tres interessantes, merci.
- Daniel
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