El nombre de Mark James tal vez no sea tan conocido por el gran público de la música. Pero sus canciones si lo son. James fue un amigo de la infancia del cantante B.J. Thomas y con el tiempo desarrolló un don natural para escribir canciones. Uno de sus grandes éxitos fue Hooked on a Feeling, que brilló en la voz de Thomas en 1968. Otro fue Always on My Mind, que popularizó Elvis Presley en 1972 y una década más tarde Willie Nelson lo convirtió en un súper hit. Pero sin dudas su canción más destacada fue Suspicious Minds, una de esas baladas pop influenciadas por el soul, que Elvis convirtió en un himno inmortal.
El Rey del rock & roll grabó la canción hace 55 años, el 23 de enero de 1969 bajo la supervisión del legendario productor de soul de Memphis, Chips Moman. El tema marcó un regreso de Elvis a su mejor forma y también a la ciudad en la que había grabado sus más grandes canciones en la década del cincuenta. Después de años de desperdiciar su talento en rellenos para bandas sonoras de películas de clase B, un Presley rugiente y de voz madura desató todo su poderío en esta balada que marcó un hito.
Desde su estribillo contagioso hasta un puente de combustión lenta y de tempo entrecortado, que se siente como una canción completamente diferente, brota el alma de Stax, puro soul de Memphis en todo su esplendor. La letra narra como la paranoia y la desconfianza se abren paso en una pareja, generando una grieta entre ellos y, como si estuviera arrodillado, Elvis suplica a su amante que no “deje morir algo bueno”.
Mark James había lanzado su propia grabación de la canción en el sello Sceptre en 1968, y proporcionó el modelo para la versión de Presley. Moman también había producido la original, que es casi idéntica en arreglos a la más famosa de las tomas, en la que la intensidad del Rey la convierte en algo completamente suyo. Con el master de Elvis grabado en sólo cuatro tomas, "todos en el estudio sabían que ésta era la canción", según Peter Guralnick, autor del bestseller Careless Love: The Unmaking of Elvis Presley.
El entusiasmo mantuvo en movimiento las sesiones de grabación pese las disputas comerciales. Moman, que poseía los derechos de autor de la canción, se negó a ceder cualquier publicación al bando de Presley, encabezado por el inescrupuloso Coronel Tom Parker. Elvis se mantuvo al margen de este tipo de asuntos y su amor por el tema superó a sus asesores comerciales.
Los músicos en las sesiones incluyeron a Reggie Young en guitarra, Tommy Cogbill en guitarra y bajo, Bobby Wood al piano, Ronnie Milsap al piano y voz, Mike Leech al bajo y Gene Chrisman en batería. Además, incluyó arreglos de vientos, cuerdas y coros.
Después de las sesiones de Memphis, Presley llevó su actuación a Las Vegas, donde probó Suspicious Minds frente a una audiencia en vivo. Una semana después del show, fue a un estudio en esa ciudad para hacer algunas sobregrabaciones de su versión original y reorganizarla para incluir una coda final falsa, en la que la canción comienza a desvanecerse, solo para regresar con "Estamos atrapados en una trampa / No puedo salir / Porque te amo demasiado, bebé".
Suspicious Minds fue el primer número uno de Elvis en siete años. Además de la conocida versión del sencillo, grabó una apasionante toma en vivo que se escuchó en Aloha From Hawaii Via Satellite (1973). B.J. Thomas también lanzó una versión de la canción de su amigo James en el disco B.J. Thomas County (1972), producido por Moman. Años después, The Fine Young Cannibals resucitó la canción en el álbum Fine Young Cannibals (1985).
En 2015, tras un análisis de hábitos de escucha de sus por entonces 50 millones de usuarios, Spotify reveló que era el tema más popular de Elvis. Así, esa canción con la que inició la última década de su vida, trascendió más allá del tiempo y las modas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario