domingo, 22 de diciembre de 2019

Siempre vigentes

Jimmy Johnson – Every day of your life. A cuarenta años de su primera grabación para Delmark, el legendario guitarrista de Chicago decidió cerrar el círculo y volvió al sello de sus inicios para lanzar un nuevo álbum. Si bien Every day of your life no tiene la frescura de aquél Johnson’s Whacks o el espectacular Bar room preacher (Alligator/1983), es un disco consistente en el que demuestra que todavía está vigente. A los 91 años, Johnson es una de las figuras principales de la escena de Chicago, con presentaciones regulares en el Buddy Guy’s Legend, especialmente. Pero hacía más de 15 años que no grababa un disco y cuando ya nada hacía pensar que volvería a los estudios para dejar un nuevo testimonio lo hizo. El repertorio incluye algunos temas propios y otras grandes versiones como Somebody loan me a dime, de Fenton Robinson, y Lead me on, de Bobby “Blue” Bland. Salvo por el reggae My ring, una canción en la que no se lo percibe cómodo con el ritmo, en el resto de los temas despliega su toque tan particular con la guitarra, ese sonido que sólo él supo cultivar, el sello distintivo que lo erigió en una de las figuras del blues moderno de Chicago.

Bobby Rush – Sitting on top of the blues.Soy un bluesman, eso es todo lo que soy”, canta Bobby Rush en el track inicial de su nuevo disco de estudio, el número 26 de su carrera. A los 86 años, este maestro del entretenimiento vuelve a lanzar un álbum porque si no lo hiciera dejaría de ser él mismo. Tal vez se podría haberse retirado a lo grande con el Grammy que consiguió con Porcupine Meat en 2016, pero la necesidad de seguir con el ritmo de toda su vida fue más fuerte. Producido por Scott Billington y Vasti Jackson, y con las participaciones de los guitarristas Lil’ Buck Sinegal y Guitarboy Hayes, Rush volvió a poner su leyenda en el centro de la escena con un disco consistente, cargado de funk pantanoso, soul y blues, con un groove descomunal, en el que destila su humor característico. Rsuh además sopla su armónica en más de la mitad de las canciones demostrando también su profundo conocimiento de ese instrumento. El título del álbum no miente: ese es el lugar en el que Rush se encuentra.

Jimmy “Duck” Holmes – Cypress grove. El gran sobreviviente del blues de Bentonia, heredero de Skip James y Jack Owens, lanzó este nuevo álbum, el octavo de su carrera, esta vez con una vuelta de tuerca. Como lo hizo Leo “Bud” Welch antes de morir, Holmes aceptó la propuesta de Dan Auerbach, guitarrista, cantante y alma máter de Black Keys, de tratar de aggiornar su sonido para llegar a una audiencia más amplia. Y el resultado es sorprendente: Holmes suena más contemporáneo, pero sin perder su esencia. Así, logra romper ese prejuicio estúpido de un grupo minúsculo que se cree dueño absoluto del blues. Si bien comienza con el clásico Hard times solo con su guitarra, como es su característica, luego su música adquiere un groove hipnótico y atrapante. En algunos temas, como por ejemplo Catfish blues, Marcus King se suma con su slide penetrante e indiscutible. Holmes, que con 72 años administra el Blue Front Cafe, el juke joint más antiguo del Mississippi, entendió mejor que nadie que para preservar el legado musical de su tierra hay que abrirse a nuevas propuestas y no encerrarse en un dogmatismo absurdo que sólo conduce al olvido.

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