Estos dos flamantes lanzamientos discográficos nacionales son una muestra elocuente de la variedad estilística del blues. Por un lado, Goyo Delta Blues recrea en solitario y de manera visceral el viejo sonido del Mississippi con su guitarra dobro, su slide y su armónica. Por el otro, La Vieja Ruta se hace un festín de boogie y R&B, adornado con una potente sección de caños, buena onda y artistas invitados.
El disco de Goyo se llama Crudo, título que sintetiza a la perfección de qué va la cosa. Goyo canta desde las entrañas, aporrea las cuerdas con intensidad y desliza el slide como si fuera un puñal. La selección de temas es variada y muy interesante. Comienza con un tema propio, Cuando ladra el perro, en el que adaptó la rima en español al estilo de canto rústico de los viejos bluesmen rurales. El repertorio incluye dos versiones muy interesantes de Honky tonk woman, de los Stones, y Give me one reason, de Tracy Chapman, que Goyo interpreta como si hubieran sido escritas por Son House. También hace un repaso por algunos clásicos como Sittin’ on top of the world (Howlin’ Wolf), Got my mojo working (Muddy Waters), Baby please don’t go (Big Joe Williams), y rinde homenaje a Robert Johnson con If I had possession over judgement day y Walkin’ blues. En cada una de las canciones Goyo descarga pasión y melancolía con un sonido muy auténtico, como si estuviéramos escuchando un antiguo jukebox.
La propuesta de La Vieja Ruta es totalmente diferente. El Dragón es un álbum entretenido y muy arriba. Desde el comienzo la banda muestra toda su soltura con dos composiciones del guitarrista Fernando Heller, El 56 y el tema que da nombre al disco, que cuenta con los coros de Ricardo Tapia, Daniel Raffo y Gady Pampillón, y que tiene unos arreglos excelentes y un riff de colección. Quién sos de verdad es otro de los puntos altos del disco: Walter René saca a relucir sus dotes como cantante y sopla su armónica con mucha prestancia. Siempre lo mismo tiene una melodía contagiosa y una letra divertida. En Te vienen a buscar la banda baja unos cuantos decibeles y se despacha con una balada que cuenta con un sutil solo de saxo de Martín Tojo. Viene y va, otro tema de Heller, cuenta con la participación en voz de Pity Álvarez, que le da ese aura de rock barrial. Y cierran con un blues lento de René al que llamaron Una chance más. La banda, que completan Ariel Rogé (guitarra), Daniel Garavaglia (bajo), Adrián Scollo (batería), Ariel Masini (teclados), Pablo Cabrera (saxo barítono) y Lucas Aranda (trompeta), suena más amalgamada que nunca, algo que se da por los años que llevan tocando juntos.
Crudo es la síntesis del blues más puro, un hombre, su guitarra y su dolor a cuestas. El Dragón es la exaltación de lo colectivo y la demostración de que el blues no es solo tristeza y bajón. Dos trabajos muy distintos e interesantes para no dejar pasar.
3 comentarios:
Una noche tuve la oportunidad de ver a Goyo en un boliche chiquito, y me senté lo más cerca posible del escenario. Me mató su forma de tocar, creo que el título de este disco lo representa. Lo salgo a buscar YA. Y como siempre, gracias por las novedades.
-gracias Martin me alegro que sirva para mantener viva la llama de este estilo y que gente como Oscar valore lo que ofrezco no es mucho, pero es lo que me sale, abrazo, Goyo
Gracias por la propuesta ,me los apunto ya que soy un poco iletrado con respecto a lo que se cuece por aqui ,un abrazo
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