lunes, 25 de agosto de 2014

La dama blanca de la música negra


Tres cosas se destacan del nuevo disco de Cristina Aguayo: su increíble registro vocal, la originalidad de las versiones y la calidad del sonido. Water me es un álbum muy bien logrado, con grandes momentos y un denominador común: recrear el espíritu musical de otrora pero desde una perspectiva contemporánea.

Cristina Aguayo lleva más de 30 años ligada a la música y a la docencia, y es una de las voces más emblemáticas del blues, el góspel y el jazz. Gracias a ella, en los 90 nacieron Las Blacanblus y muchas otras reconocidas vocalistas se perfeccionaron en sus clases de canto. Ahora con este disco, Aguayo vuelve al centro de la escena musical.

Don Vilanova
Según me contó Luis Mielniczuk, el álbum se llama así porque es la traducción literal de su apellido que hizo B.B. King cuando la conoció en una de sus visitas al país. Grabado en los estudios Léxico y producido por Matías Parisi, Water me tiene 12 canciones orientadas a la música negra en la que la cantante cuenta con el respaldo de músicos de primer nivel: Mauro Diana está a cargo del bajo, mientras que en batería y percusión alternan Parisi, Pablo Rojas y Daniel Volpini. El Tano Baccega en guitarrista acústica está presente en casi todos los temas, mientras que Don Vilanova y Ricardo Pellican suman sus punteos filosos en distintas canciones. Germán Wiedemer acompaña desde los teclados, y An Díaz y Mariel Caló suman hermosas armonías desde los coros.

Deborah Dixon y Cristina Aguayo
El álbum comienza con la tradicional St James Infirmary, pero aquí con bastante más swing y un maravilloso solo de trompeta de Alejandro Gómez Ferrero. Sigue con un blues duro, una composición propia que se llama I was raised alone, en la que alterna voz con Deborah Dixon al calor de un férreo punteo con slide de Don Vilanova. Y redondea el primer tercio con una sutil versión de Nobody knows you when you’re down and out. El slide penetrante de Don Vilanova regresa en Life goes on, de la gran Big Mama Thorton. En Black & blue, de Fats Waller, la cantante parece poseída por la mística de Nina Simone. Sorprende con una versión casi a go go de Joshua fit the battle of Jericho, un negro spiritual del siglo XIX. El homenaje a B.B King no podía quedar de lado y para eso eligió Guess who, que el Rey del Blues grabó por primera vez en 1972, en la que otra vez Don Vilanova marca el terreno con un solo muy profundo. En See that woman, otra de sus composiciones, vuelve sobre los pasos de Nina Simone, tal vez su máxima influencia.

La última parte del disco tiene una interpretación muy poco convencional de Sweet home Chicago, con la participación de Claudio Kleiman en guitarra eléctrica. Después, con Cristina Dall al piano y acompañada por Viviana Scaliza en voz, se recuesta en el country boogie con Sixteen tons, clásico de Merle Travis, para saltar sin escala a otro negro spiritual, If he change my name, acompañada solo por la percusión de Parisi. El cierre es tan raro como el nombre de la canción: Is odd tiene cierto ritmo de chacarera que se diluye cuando Javier Meza ataca con su Lap steel y ella encara el estribillo con pasión blusera.

Water me es un disco innovador, tanto por las interpretaciones de viejos clásicos como por sus nuevas composiciones, pero es también es la consolidación de una artista que durante décadas se mantuvo fiel a sus convicciones y a la música que ama.

https://soundcloud.com/leloirecords/i-was-raised-alone-cristina-aguayo

5 comentarios:

Claudio Kleiman dijo...

Muy buena Martín, abrazo!

Maria Heer dijo...

gracias!!

Victoria Lerario dijo...

Orgullo argentino

Enriqueta Boyd dijo...

Un placer escucharte siempreeee !!amiga querida
Sandra

Anónimo dijo...

Hola quiero comprar el disco no lo encuentro por ningun lado, donde se puede conseguir ?