jueves, 20 de junio de 2019

La mayor catástrofe musical de la historia

El incendio ocurrió hace 11 años. Foto AP.
La mayor catástrofe de la música fue un secreto guardado bajo cuatro llaves durante más de una década. Ahora, una investigación periodística del prestigioso The New York Times reveló que lo ocurrido el 1º de junio de 2008 en los estudios de Universal Records, en Los Ángeles, afectó mucho más que a la atracción de King Kong en el parque temático y un antiguo archivo con copias de videos como se difundió en su momento. Las llamas devoraron más de medio millón de másters originales de canciones de todos los géneros. Las pérdidas son incalculables porque entre las cintas que se quemaron se encuentra casi el catálogo completo de Chess Records y sus compañías subsidiarias, y la colección de Decca Records, con miles de canciones de artistas como Billie Holiday, Louis Armstrong, Duke Ellington, Bing Crosby, Ella Fitzgerald y Judy Garland.

Para tomar noción del desastre, que Universal intentó tapar, en el incendio se perdieron todas las grabaciones de Chuck Berry, Muddy Waters, Little Walter y Bo Diddley para el sello prestigioso sello de Chicago, por ejemplo, pero también otras de músicos populares como Ray Charles, B.B. King, Four Tops, Joan Baez, Neil Diamond, Joni Mitchell, Cat Stevens, Al Green, Elton John, Eric Clapton, Eagles, Aerosmith, Tom Petty & the Heartbreakers, The Police, Nirvana, Beck, Sheryl Crow y Aretha Franklin. Y la lista sigue: los registros de John Coltrane, de su colección para Impulse Records o singles muy populares como Rock around the clock, de Bill Haley; Rocket 88, de Jackie Brenston & his Delta Cats; At last, de Etta James; y People get ready, de The Impressions, también desaparecieron.

La importancia de estos másters originales es que eran la fuente de audio que luego se trasladaba a las grabaciones en vinilo, cd’s o MP3, entre muchos otros soportes. Se trataba de las grabaciones en multipista, donde cada instrumento permanecía aislado el uno del otro, así como otros temas que nunca antes habían sido comercializados.

Según el periodista Jody Rosen, autor del artículo, Universal Music Group realizó un gran esfuerzo para tratar de tapar el desastre y así evitar las críticas y las reacciones de los artistas que todavía están vivos o los herederos de los que ya no están. En un documento interno del grupo Universal fechado en 2009, al que tuvo acceso The New York Times, la compañía definió lo ocurrido como la pérdida de "un gran legado musical".

4 comentarios:

Julio Fabiani dijo...

Que tristeza!

Esteban Schoj dijo...

Terrible

Nico Bad-luck dijo...

repiten porfa " matar a la musica matar a la musica matar a...

Marcelo Gustavo Vazquez dijo...

que garron!!!