“Hoy deberías tocar mi canción favorita, Precious Lord, y quiero que la toques como nunca lo hiciste”. Esas fueron las últimas palabras que pronunció Martin Luther King Jr. antes de ser asesinado de un disparo en el balcón del Motel Lorraine, en Memphis, el 4 de abril de 1968. El destinatario de ese pedido fue el saxofonista Ben Branch, quien se preparaba para actuar durante una reunión pública que iba a presidir el reverendo esa misma noche.
La muerte de King golpeó fuerte a los Estados Unidos y en especial a la comunidad afroamericana. Era un líder que abogaba por los derechos civiles y la no violencia con sus apasionados discursos moldeados en la iglesia baptista. Tras el crimen, por el que el supremacista blanco James Earl Ray fue condenado a 99 años de prisión, hubo graves disturbios en varias ciudades. Era una época convulsionada, el país había atravesado los asesinatos de John F. Kennedy y Malcom X, pronto sufriría el de Robert Kennedy, y la guerra de Vietnam consumía a una generación entera. La música, en ese contexto, obraba como un refugio. Y King lo sabía.
Las movilizaciones y los discursos antirraciales tuvieron un fondo musical a cargo de artistas como Pete Seeger, autor de uno de los primeros himnos del movimiento, "We shall overcome", y otros que influenciaron a las generaciones posteriores. Era la época donde las voces de los Staples Singers, Nina Simone, Sam Cooke, Stevie Wonder y tantos otros artistas negros se alzaban en sintonía con los discursos de King.Branch había comenzado su carrera musical en Memphis hacia fines de la década del cuarenta como parte del staff de Bullet Records y participó en las primeras grabaciones de B.B. King. "Tenía instrumentos de viento en esa primera sesión. Tenía a Phineas Newborn en el piano; su padre tocaba la batería y su hermano, Calvin, tocaba la guitarra conmigo. Tenía a Tuff Green en el bajo, Ben Branch en el saxo tenor, su hermano, Thomas Branch , en la trompeta, y una dama trombonista", recordó el Rey del Blues en una entrevista que concedió a Blues Access.
No volvió a grabar un disco propio, aunque sí colaboró con otros músicos como Jack McDuff, Little Milton, Etta James, Lionel Hampton y Phil Upchurch. En agosto de 1969 participó del Festival Cultural de Harlem en un tributo a Martin Luther King que encabezó el reverendo Jesse Jackson, otro testigo directo del asesinato, y en el que rindió una tremenda y conmovedora versión de Take My Hand, Precious Lord con las voces de Mahalia Jackson y Mavis Staples, y la guitarra de Bennett, escena que se puede ver en la película documental Summer of Soul.
Branch volvió a grabar con B.B. King en 1952 en una orquesta que también contaba con talentos como Ike Turner y Hank Crawford. En los años siguientes se convirtió en el líder de la banda estable de un club de North Memphis. En 1959, Branch escuchó a Martin Luther King hablar en una iglesia bautista y se inspiró. A partir de entonces, comenzó a trabajar para el reverendo y la lucha por los derechos civiles. Durante los años sesenta, se mudó a Chicago y se convirtió en el director musical de la Operation Breadbasket Orchestra de Southern Christian Leadership Council (SCLC). Fue así como empezó a tocar en mítines y eventos donde King brindaba sus discursos.
La noche anterior al crimen, Martin Luther King dio uno de sus discursos más memorables, para muchos incluso premonitorio. Ocurrió en la iglesia Mason Temple de Memphis y Ben Branch también estuvo allí también. "Me gustaría vivir una larga vida, pero eso no me preocupa ahora, solo quiero hacer la voluntad de Dios. Él me ha permitido llegar a la cima de la montaña. He mirado desde allí y he visto la tierra prometida. Pero es posible que no llegue allí con vosotros", dijo King desde el púlpito.
Al día siguiente, cuando King se preparaba para ir a cenar, una bala acabó con su vida. Branch fue testigo directo de su muerte. Apenas dos semanas después del crimen,el músico fue a los estudios Chess en Chicago con una banda de jazz-funk, entre los que se encontraban Phil Upchurch en bajo y Wayne Bennett en guitarra, y un coro de góspel para grabar algunas versiones asombrosas de canciones espirituales clásicas, incluyendo Take My Hand, Precious Lord (el nombre completo de la canción de Jim Reeves), álbum que tituló acertadamente The Last Request (El último pedido).
En la década del ochenta se dedicó a los negocios. Fue presidente de Doctor Branch Products Inc. en Chicago, la primera empresa de fabricación de refrescos de los Estados Unidos de propietario afroamericano. Ya sea como músico o empresario, Branch siempre mantuvo su compromiso con los derechos humanos hasta que falleció el 27 de agosto de 1987, a los 59 años.
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