jueves, 2 de agosto de 2018

Extractos de 1968

La Guerra de Vietnam, el Mayo francés, los asesinatos de Martin Luther King y Bobby Kennedy, la matanza de Tlatelolco y la Primavera de Praga fueron algunos de los acontecimientos más destacados del convulsionado 1968. En el plano musical, los Beatles lanzaron el álbum blanco; Hendrix, Electric Ladyland; y los Stones, Beggars banquet. También fue el año del extraordinario At Folsom prisión de Johnny Cash y The dock of the bay, el álbum póstumo de Otis Redding. En el terreno del blues, Chess editó el disco maldito de Muddy Waters, Electric Mud, mientras que Buddy Guy, Magic Sam y Otis Rush le daban una vuelta de tuerca al género en Chicago, y Johnny Winter comenzaba a asomar con fuerza en Texas. Fue también el año de varios debuts discográficos. A 50 años de aquellos acontecimientos recordamos algunos de esos lanzamientos de enorme trascendencia:

Jeff Beck Group - Truth. Este disco puede ser recordado por tres acontecimientos diferentes. El primero, y más obvio, es que se trató del álbum debut del guitarrista que había dejado a los Yardbirds para encarar su proyecto personal. El segundo, es que fue la antesala del éxito de Rod Stewart, quien aquí descolló con su tremendo registro vocal, que se volvería su marca registrada. Y, por último, muchos especialistas coinciden en que, a diferencia de muchos otros discos de blues-rock de la época, por la potencia de la sección rítmica y la distorsión de la guitarra, se trata del embrión del heavy metal. Además de la innovadora y psicodélica guitarra de Beck, y la voz fervorosa de Stewart la banda se completó con un futuro Stone al bajo, Ron Wood, y un ex John Mayall’s Bluesbreaker en batería, Micky Waller. En cuanto a las canciones: el álbum contó con dos viejos blues de Willie Dixon -You shook me y I ain’t superstitous- reinterpretados con mucha energía; un tema de los Yardbirds, Shapes of things, que la banda volvió a grabar; y algunas composiciones que llevan el crédito de “Jeffrey Rod”, la firma de la dupla Jeff Beck-Rod Stewart. El álbum incluye también el Beck’s bolero, grabado un año antes en lo que pretendió ser un súper grupo que no fue: Jimmy Page toca la guitarra de doce cuerdas, Nicky Hopkins se encarga del piano y Keith Moon, en los créditos mencionado como “You know who”, aporrea la batería. Fue el comienzo de una errática carrera discográfica para Jeff Beck y una repleta de éxitos para Rod Stewart.

The Band - Music from the Big Pink. The Hawks, la banda canadiense que acompañó a Ronnie Hawkins, entre 1958 y 1963, y a Bob Dylan en sus giras de 1965 y 1966, llegó a un punto de su carrera en que necesitaba dar rienda suelta a su propia voz. Y así fue como en 1967 Levon Helm, Robbie Robertson, Rick Danko, Richard Manuel y Garth Hudson se instalaron en una casa rosada de West Saugerties, en el estado de Nueva York, para interpretar algunas canciones de Dylan en el sótano y componer otras. Albert Grossman, que también era el representante de Dylan, llegó a un acuerdo con Capitol Records y la banda se lanzó a los estudios A&R en Manhattan, de la mano del productor John Simon, donde grabaron el núcleo del álbum: Tears of rage, Chest fever, We can talk, This wheel's on fire y The Weight, que se convirtió en un himno de la contracultura y una de las canciones más versionadas de la historia de la música contemporánea. Hubo una segunda sesión en Los Ángeles, en la que la banda completó el repertorio, entre los que sobresale un hermoso cover de I shall be released, de Dylan, y Long black veil en la que completaron un repertorio que se nutrió del country, el rock, el folk y hasta algo de blues. La historia cuenta que Dylan quiso cantar en alguno de los temas pero que finalmente la banda decidió que no lo hiciera para que toda la atención se concentrara en ellos. Sin embargo, Dylan aportó lo suyo: el dibujo que se usó para la portada. Music from the Big Pink es un álbum hermoso que superó el paso del tiempo.

Creedence Clearwater Revival - Creedence Clearwater Revival. La banda de los hermanos Fogerty, con John como líder indiscutido, logró absorber y reinterpretar la música de raíces con absoluta fidelidad y mucha personalidad como muy pocos otros grupos pudieron hacerlo. En apenas cinco años y con un puñado de discos editados lograron definir su sonido y componer -y recrear- docenas de temas que se convirtieron primero en hits y luego en himnos de toda una generación. El fenómeno de Creedence superó las fronteras y el tiempo, la voz y la guitarra de John Fogerty son fácilmente reconocibles hasta para los más desatentos. El primer álbum de la banda sentó las bases de lo que vendría después. Es cierto que aquí los mejores temas son los covers de I put a spell on you, Susie Q y Ninety-nine and a half (won't do), las tres interpretaciones extraordinarias, y que a la prosa compositiva de John Fogerty todavía le faltaba un poco más de desarrollo. Con todo, The working man y Porterville son excelentes composiciones, aunque con los éxitos que lanzaría en sus siguientes discos quedarían relegadas en la consideración del público. El track list se completa con Get down woman, un blues bien crudo de Fogerty; la psicodélica Gloomy; y la pantanosa Walking in the water, la única en la que comparte el crédito con su hermano Tom. Creedence se nutrió del soul, el country, el blues y el gospel para escribir su propia historia a puro ritmo y rock and roll.

Neil Young - Neil Young. El álbum debut de Neil Young, lanzado en noviembre de 1968, fue un disco de transición. Lo encontró al cantante y guitarrista canadiense librándose de Buffalo Srpingfield, aunque todavía un poco verde para llegar a la altura artística de sus siguientes creaciones: Everybody knows this is nowhere (1969) y After the gold rush (1970). Para que el cambio no fuera tan brusco, Young recurrió a Jack Nitzsche para la producción, el mismo con el que había trabajado en el disco Buffalo Springfield Again (1967). La Rolling Stone definió al álbum como “una deliciosa reanudación solista del sonido de Buffalo Sprongfield” y más tarde el sitio Allmusic.com lo calificó como “una introducción en clave baja a la carrera solista de Young”. La banda se conformó con Nitzsche al piano, Ry Cooder en guitarra, Jim Messina en bajo y George Grantham a la batería. También colaboraron el baterista Earl Palmer y, en los coros, la cantante Marry Clayton, la misma de Gimme shelter de los Stones. Las canciones fueron casi todas compuestas por Young, a excepción de String quartet from whiskey boot hill escrita por Nitzsche. El álbum tiene un tono bucólico, con mucha influencia del country weatern y el folk, siendo The loner el tema más memorable. También asoman otras buenas canciones, como The old laughing lady y The last trip to Tulsa, un anticipo creativo de lo que vendría después. En definitiva, un disco que vaticinó en cuentagotas el lado creativo de Young.

Steppenwolf - Steppenwolf. La banda canadiense liderada por el guitarrista y cantante John Kay tuvo un éxito descollante con el tema Born to be wild, que se convirtió en un emblema musical de la década del sesenta. Fue el tema principal del road-movie Easy Ryder, que protagonizaron Peter Fonda y Dennis Hooper. La canción representa la búsqueda de la libertad en medio del profundo cambio cultural que atravesaba Estados Unidos y el mundo. Born to be wild es una crónica de época, entre el amanecer del verano del amor (1967) y el ocaso del Festival de Woodstock (1969). No fue la única canción del álbum que se utilizó para el soundtrack de la película: The pusher, con su sonido psicodélico y su letra cruda que distinguía entre un delaer de marihuana que vendía “dulces suelos” y el de drogas duras, un “monstruo al que no le importa si vivís o morís” también es otro punzante relato de aquellos días. Pero, además, el disco manifiesta su raíz blusera, con una hechizante versión de Hoochie coochie man y una composición de Kay, Your wall is to high. La banda también rinde tributo a Chuck Berry con la fenomenal Berry rides again e interpreta Sookie Sookie, un tema compuesto por el genio del soul Don Covay. Steppenwolf no volvió a tener un éxito como Born to be wild, pero con esa canción dejó su huella marcada para siempre.

2 comentarios:

Cari Oca dijo...

Uno de los mejores discos de Beck, uno de mis discos de cabecera.
Un garronazo que esa banda no duró mucho!

Leo Caruso dijo...

Truth! Blues de Luxe! recuerdo que era medio lado del disco... Belleza!