miércoles, 14 de marzo de 2018

La Primera del Blues


Nick Moss recorrió un largo camino. De niño, su madre lo llevó a ver varias veces en vivo a Muddy Waters y así forjó su pasión por el blues. Empezó a trabajar como músico profesional tocando el bajo para Buddy Scott y dos años después fue contratado por Jimmy Dawkins. Luego pasó a la banda de Willie “Big Eyes” Smith, quien lo convenció de que tocara la guitarra. Tiempo después se convirtió en el guitarrista de Jimmy Rogers. En 1997, formó su propio grupo con el que editó una decena de discos para el sello Blue Bella Records y se transformó en uno de los músicos más consistentes y buscados de la Ciudad del Viento. Ahora, a los 48 años, le llegó el momento de dar el gran salto.

Con el respaldo de Bruce Iglauer, la producción artística de Kid Andersen y el aporte musical del armoniquista Dennis Gruenling, Moss acaba de lanzar su disco debut para el sello Alligator, probablemente el mejor álbum  de toda su carrera. Con un sonido moderno, pero con la impronta de la vieja escuela, Moss y Gruenling encaran un repertorio variado que incluye ocho composiciones del guitarrista, dos del armoniquista y tres covers: Get your hands out of my pockets, de Otis Spann, el instrumental All night diner de Santo & Johnny y la Rambling on my mind de Boyd Gilmore.

La banda que los acompaña está conformada por Taylor Streiff en piano, Nick Fane en bajo y Patrick Seals en batería. Los vientos los aportan Eric Spaulding (saxo tenor) y Jack Sanford (saxo barítono). Jim Pugh, ladero durante décadas de Robert Cray, contribuye con su exquisito toque en el hammond en All night diner y al piano en Lesson to learn, en la que también se suma la guitarra rítmica de Kid Andersen. Justamente el músico noruego, el productor número uno de blues del momento, tuvo un rol determinante para que este disco capturé la esencia musical de Moss y logré amalgamarla a la perfección con el sonido voraz de la armónica de Gruenling.

Desde los primeros poderosos riffs de Crazy mixed up baby hasta He walk with giants, la oda al difunto Barrelhouse Chuck, el blues de Chicago brota por todas partes, aunque también es palpable la similitud estilística con aquellos discos de Alligator de Little Charlie & The Nighcats, una banda que marcó a fuego a Moss cuando todavía tenía un largo camino por recorrer.

Así lo resumió Iglauer: “Es muy excitante traer artistas a Alligator que están tan profundamente ligados al blues de Chicago, pero creando nuevas canciones y llevando la tradición hacia adelante. La guitarra cruda de Nick suena emocionante y además es un cantante honesto con una banda dura como una roca. Y Dennis es un maestro de la armónica y un showman tremendo. Esta es una sociedad de dos verdaderos talentos que los fans del blues van a amar”.

The high cost of low living es un álbum fabuloso, se disfruta de punta a punta, y representa el ascenso de Moss a la Primera del Blues, una categoría de la que seguramente no bajará.


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