jueves, 17 de agosto de 2017

Zona de confort


El tipo destila sencillez y buena onda. Está vestido con una remera negra, jean y alpargatas. Sonríe todo el tiempo. Se siente contenido por los músicos que lo acompañan. Se nota que la está pasando muy bien y sabe transmitirlo. Las dos horas de show se pasan volando. No toca muchas canciones, sino que a cada una le dedica largos y vibrantes solos. También le da curso al pianista y él se pone en un segundo plano para mostrar que también es un guitarrista rítmico de primer nivel. Canta poco. La voz no es su fuerte, pero se ve que estuvo perfeccionándose.

Es la tercera vez que Kirk Fletcher viene a la Argentina. La primera fue la accidentada gira de 2011 en la que perdió un vuelo y no llegó para el show en La Trastienda junto a Tom Principato, y solo se presentó, días después, en Monte Grande y Mr. Jones. Dos años más tarde volvió como guitarrista de la banda de Eros Ramazzotti para un show en GEBA. Y ahora está de regreso: un par de shows en el Be Bop Club, excursiones a Rosario, La Plata y Ramos Mejía, y una visita obligada por Brasil conforman parte de este tour 2017.

Su segunda presentación en el Be Bop es magistral. Abre con dos temas instrumentales de Freddie King, Side tracked y Funny bone, para dejar en claro desde el comienzo quién es su máxima influencia. Gabriel Cabiaglia y Mauro Ceriello lo siguen con una prestancia y un ritmo frenético. Tavo Doreste, desde el piano, se suelta con cada gesto del guitarrista y hace lo suyo. Están todos en sintonía. Llega Congo Square, que grabó en su disco My turn, cargada de notas multicolores y un final muy funky. “Suena como Michael Jackson”, bromea mientras acompaña el ritmo con su cabeza. Baja un poco el tempo con Sad, sad day pero los riffs y solos de su Telecaster no aflojan. Fletcher nos lleva con su música a la zona de confort. Para el cierre de la primera parte propone una canción de amor y se despide -momentáneamente- en clave de R&B con I’m in love.

Para el segundo set sube acompañado por el guitarrista Gonzalo Bergara, a quien llamó expresamente para tocar con él cuando se enteró que estaba en Buenos Aires. Intercalan solos lacerantes en dos temas de su cosecha. Se baten a duelo. Bromean. Ríen. El talento de ambos estalla en una comunión sonora. Cuando Gonzalo deja el escenario, Kirk lo invita a Rafa Nasta para un nuevo duelo que se extiende durante dos clásicos del blues: Something inside of me, de Elmore James, y You are the one. El último tramo del show tiene sus variantes: del instrumental El medio stomp pasa a una balada de su autoría y luego a la demoledora Rock with me.

El sonido limpio de su guitarra y su forma de tocar ubican a Kirk Fletcher entre los guitarristas más destacados de esta generación. Puede liderar su propia banda o pasar a un segundo plano para dejar que otros se luzcan. Tiene una amplia formación musical, mucha inventiva y versatilidad. Pero además logra que uno empatice con él más allá de lo musical. La calidez es otra de sus cualidades y eso se nota desde que asoma su voluminoso cuerpo al escenario.

2 comentarios:

Jay Jay Troche dijo...

Me gusto mucho la cronica Martin . Saludos

Ernesto G. Castrillón dijo...

Estupenda crónica. Dan ganas de haber estado allí.