viernes, 25 de agosto de 2017

Más vigentes que nunca

Robert Cray and Hi Rhythm - Robert Cray and Hi Rhythm. Este disco, el décimo octavo de su carrera, es una muestra acabada de todo lo que es Robert Cray hoy. El álbum suena tremendo, la voz de Cray es inmaculada y sus solos son exquisitos. Desde que volvió a reunirse con Steve Jordan -In my soul, 2014- adquirió definitivamente el toque que le faltaba. Robert Cray sigue sonando como Robert Cray pero ahora también suena a Memphis. No por nada se fue hasta allí a grabar esta colección de composiciones propias y algunos covers como The same love that made me laugh, de Bill Withers; I don’t care, de Sir Mack Rice; y Aspen, Colorado y Don't steal my love, de Tony Joe White, quien además aporta el sonido electro-pantanoso de su guitarra en el segundo tema. Cray todavía conserva la frescura de aquél músico que impuso su sonido distintivo en la década del ochenta y a eso le agregó la experiencia y una búsqueda artística de años. Hoy, suena mejor que nunca y sigue sonando a Robert Cray. Soul y blues en su máxima expresión.

George Thorogood - Party of one. Este es el disco número 14 de su carrera y el más diferente a todos los demás. Por primera vez, a cuarenta años del primer álbum que grabó, lanza un disco sin la compañía de los Destroyers. Thorogood decidió que era tiempo de presentarse solo, apoyándose en su guitarra -eléctrica o acústica- y en un puñado de canciones que marcaron toda su trayectoria. Los temas elegidos reflejan sus máximas influencias: desde el comienzo con Steady rollin’ man de Robert Johnson, hasta el final en vivo con la hookeriana One bourbon, one scotch, one beer. En líneas generales el disco respira blues primario, visceral, pero no se limita solo a eso. Thorogood recurre al slide en más de una oportunidad, a sus clásicas inflexiones vocales y también a la armónica. Nos lleva a lo más profundo del blues con clásicos como The sky is crying, Born with the blues, Got to move y Wang dang doodle; nos agasaja con buenas canciones de la historia del rock como No expectations de los Stones y Down the highway de Dylan; y nos sorprende con un par de éxitos de la música country como Bad news de Johnny Cash y Pictures from life’s other side de Hank Williams. Party of one es una invitación del artista a su mundo más íntimo. Y no hay que dejarla pasar.

John Mayall - Talk about that. Nadie podrá discutir jamás que John Mayall no es un hombre de blues. A los 83 años acaba de lanzar un nuevo disco: ¡El número 66 de su carrera! Pocos músicos deben haber grabado tanto como él. Y lo llamativo, en su caso, es que sus discos siguen una línea artística definida. Más allá de algunas exploraciones musicales que hizo en los setentas y algún sonido más aggiornado en las décadas siguientes, Mayall elaboró una marca musical que ya puede clasificarse como clásica. Aquí, en su nuevo trabajo, el padrino del blues inglés vuelve a mostrar su talento con los teclados, la guitarra y la armónica, y su voz se mantiene intacta. La banda que lo acompaña es la misma de los últimos años: Rocky Athas (guitarra), Greg Rzab (bajo) y Jay Davenport (batería). El repertorio incluye ocho temas originales y tres covers: It’s hard going up, de Little Sonny; Going away baby, de Jimmy Rogers; y Don’t deny me, de Jerry Lynn Williams. El legendario guitarrista Joe Walsh (Eagles y James Gang) aporta su toque punzante en The Devil must be laughing y Cards on the table y la sección de vientos comandada por Ron Dziubla realza el sonido de la banda en más de una canción. Con este nuevo disco Mayal deja en claro dos cosas: que está más vigente que nunca y que tiene cuerda para rato.

2 comentarios:

Oscar Castro dijo...

El de Robert Cray lo escuché, es buenisimo. Y le tengo toda la fé a George Thorogood...

Pablo Grosman dijo...

Desde que tengo el de Robert que no puedo parar de escucharlo. Un artista único, tremendo cantante, violerazo, temas de puta madre. Terrible Robert!