Fotos Tío Tom |
El viernes a la noche, Guille y el Tano tuvieron su justa reivindicación en Mr. Jones. Si bien el evento se promocionó como un festival, fue más bien un homenaje para estos dos grandes amigos por parte de un puñado de músicos y de Rogelio, que puso su local a disposición. La noche comenzó con el fugaz paso de Marcos Lenn que interpretó con su guitarra acústica Come back baby y You’ll be mine. Luego subió al escenario Goyo Delta Blues, que desplegó su número que reúne versiones de Son House, Charley Patton y Robert Johnson, entre otros grandes maestros del blues rural.
La noche siguió con la sólida y contundente aparición de Diego Czainik, cuyo repertorio se alejó un poco del material que grabó en su excelente disco Cherry red, para hacer rodar un combo de rock & roll clásico, country y blues. Acompañado por Fernando Couto en guitarra, Hernán Fridman en bajo y Fernando Zof en batería cantó una decena de temas con mucha garra y sudor. Promediando el show, invitó Gisueppe Puopolo, quien tocó el saxo en Shake, rattle and roll y Steamroller blues. La sorpresa de la noche fue la fabulosa –y muy personal- versión de To love somebody.
Poco después de la medianoche, tras la presentación que hizo Guillermo, empezó el set de la NTD Blues Band, formada para la ocasión por colaboradores del programa como el Ciego Goffman en voz, Ricky Muñoz y Roberto Porzio en guitarras, Adrián Jiménez en armónica, Carlos Bada en bajo y Rodrigo Benbassat en batería. Con ellos, naturalmente, la noche se volcó al blues más tradicional con canciones como The sun is shinin’ y The blues is alright, aunque con algún que otro tema cantado en español. La lista de invitados incluyó a Giuseppe, Natalia Ciel y un picantísimo Rubén “King” Alfano, que puso sus punteos al servicio de How many more years, de Howlin’ Wolf, ya con Porzio al bajo y Bada en guitarra.
Cuando ya todo terminaba, una mujer pidió que Alfano cantara una canción. “Si me lo pide una dama…” Entonces el ex Memphis fue hasta el centro del escenario y por un instante se adueñó de la noche con El boogie de la valija. Al final hubo aplausos y más agradecimientos para Guille y el Tano, no sólo por todo lo que hacen por el blues local, sino porque son dos grandes de verdad..