

Rocky Hill – Texas Shuffle (1982). A diferencia del anterior, acá tenemos muy buena música, alto blues from Texas. Acompañan a Hill, Johnny Winter y Dr. John, una garantía. Ahora lo que no se puede creer es la tapa. Una foto pésima en la habitación de un hotel de mala muerte. Los anteojos y el peinado no son tan graves, teniendo en cuenta el marco general. La camisa es de lo peor que vi. Y la actitud de hombros caídos y manos entre las piernas da para preguntar: “¿Ese señor es músico o vendedor de aspiradoras?”. Igual, aclaro: me encanta este disco.


The Black Crowes – Amorica (1994). Es uno de los mejores discos de la banda. Marc Ford está a pleno y las canciones están muy buenas. Pero la tapa… No me juzguen mal, no es por una cuestión moral o de pudor. Simplemente no da. Los vellos púbicos asomando por ese microbikini ultra yankee son un combo de vulgaridad. Malísimo. Eso sí, recuerdo que cuando salió el disco se habló mucho de la tapa. Así que si querían publicidad la tuvieron. Pero bueno, el disco es mucho más que lo que se ve.



Joe Walsh – Look what I did! (1995). Walsh es un guitarrista que me fascina. Tocó con The James Gang y los Eagles. Esta compilación doble es un buen repaso de su carrera. Hay grandes canciones y guitarras filosas. Pero la foto del Tío Sam es para matarse. Sólo a un gringo recalcitrante se le podría ocurrir una cosa así.
Tinsley Ellis – Fanning the flames (1989). Compré este álbum en el 92 o el 93 porque me lo recomendaron en la disquería a la que iba siempre. Está muy bueno, Ellis es un émulo de Stevie Ray Vaughan, tiene una técnica impresionante pero abusa mucho de su virtuosísimo y de algunos yeites. Recuerdo que la tapa me molestó desde el primer día que lo tuve en mis manos. La cara de salame de Ellis es increíble. Ahora pienso en una mezcla de Benny Hill con Ari Paluch. Y las llamas saliendo de las cuerdas son muy berretas.

The Edgar Winter Group – They only come out at night (1972). Hace muchos años que me pregunto lo mismo: ¿por qué? ¿Por qué, Edgar? They only come out at night es uno de los mejores discos de los setenta. Es el mejor disco de su vida. Tiene sus dos mejores canciones: Frankestein y Free Ride. Entonces… ¿por qué? Hacía falta travestirse así para la foto. Nadie le dijo que David Bowie es uno solo. Igualmente, no se dejen intimidar por la tapa, es un disco brillante.

Paul Butterfield – Put it in your ear (1976). Este disco está enterrado, es el peor de la carrera de Butterfield. No lo salvan ni los músicos de The Band que tocan en algunos temas. Fue su debut como solista (antes siempre había grabado como The Paul Butterfield Blues Band) y la producción fue muy mala porque su armónica se vuelve intrascendente entre tantos arreglos. Y si le sumamos el mamarracho de la tapa… no hay nada que rescatar.
1 comentario:
Genial!!!
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