Sting siempre estuvo. Lo primero que recuerdo de él es cuando me compré el cassette de Reggatta de Blanc en una disquería de San Bernardo, en pleno enero. Los ochentas. Me acuerdo cuando pegué un póster de The Police en mi cuarto. O de cuando bailaba Synchronicity en las primeras fiestas. Sting vino a la Argentina con Amnesty. Fragile y las Madres de Plaza de Mayo. River a pleno. Antes o después vi Quadrophenia y Duna. Sus primeros discos solistas marcaron el fin de los ochentas. Ahh… Nothing like the sun, que gran disco, con la memorable Englishman in New York. Después lo olvidé. Por un tiempo. Pero cada tanto aparecía en algún tributo a Hendrix, en la banda de sonido de alguna película o en los Simpsons. En 2001, atravesando una carretera de cuota mexicana escuché, gracias a Pablito, el disco en vivo All this time. La versión de Roxanne tiene muchos buenos momentos. Mágica, suave, profunda, movediza. En ese disco tocan músicos internacionales de primera línea como Chris Botti, Jacques Morelenbaum y Christian McBride. Vale la pena escucharlo. Visita a la Argentina con Sheryl Crow. Vélez. Declaraciones tántricas y alguna exageración también. Un disco malo. Otro raro. Por suerte conseguí un viejo álbum suyo en el Perugia Jazz Festival de 1987 junto a Gil Evans y volví a disfrutarlo después de mucho tiempo. Y un día la noticia de la vuelta de The Police. Otra vez River a pleno. Caja, dos River. Cantamos todos.
El tipo siempre estuvo, la verdad. Y ahora volvió. Tiene su vino, sus vinos. Un Chianti DOC y un blend con mayoría de Sangiovese de la Toscana, nada menos. Sting tiene un castillito allí y es un enamorado de la región. Así que se dio el gusto de tener su propio vino. La producción será de 30.000 botellas y con la difusión que tuvo la noticia estimo que se van a agotar tan pronto como lleguen a las vinerías. No creo que lleguemos a probarlo. En realidad no vamos a probarlo. Pero me gusta la idea de que un tipo así se dedique al vino. Le gusta el campo, las siembras y las cosechas. Lo que puede dar la tierra. Ya tiene su aceite de oliva que dicen que es muy bueno. Le da a su familia lo que le da la tierra. Sin monocultivos, sin pesticidas, declaró una vez. Los medios ya hablan de “vino rockero”, una pavada impulsada por Paolo Rossi, director del emprendimiento rural que lleva adelante el músico, a la que se sumaron todos. Le dijo al Corriere della Sera : "Será un vino rockero. La base es la uva Sangiovese, que tiene un gran carácter. Pero también tendrá swing gracias a las cepas autóctonas, como la del Colorino, y una pizca de pop internacional con el cabernet y el merlot".
1 comentario:
Creo que deberiamos hacer algo para probar el DOCky ese. no creo que Sting se moleste porque tomemos uno de su bodega. Yo hago de campana...
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