Hay canciones que cobran vida con una película. Otras reviven a partir de un film determinado. El cine y la música se complementan. Hay temas que acompañan escenas memorables, que tal vez con otra canción no lo serían tanto. Alguien se imagina a Dustin Hoffman en El Graduado sin Mrs. Robinson de fondo. O a Peter Fonda y Dennis Hooper andando en sus motos sobre una ruta desértica sin Born to be wild.
La música muchas veces define a una película.
Aquí, cinco bandas de sonido definitivas:
FORREST GUMP (Robert Zemeckis / 1994). La música de esta maravillosa película protagonizada por Tom Hanks entrelaza la historia del entrañable Forrest con los grandes acontecimientos de los Estados Unidos, fundamentalmente en los sesenta. Todos los temas están ordenados cronológicamente: el álbum comienza con Elvis interpretando Hound dog, de 1956, y termina con Against the wind de Bob Seger, de 1980. Todas las canciones narran las aventuras del protagonista en paralelo al asesinato de Kennedy, la lucha por los derechos civiles, la guerra de Vietnam, el auge del hippismo, la llegada del hombre a la luna y la decadencia social de post guerra. El cancionero lo conforman Blowin' in the Wind (Dylan), Fortunate son (Creedence), California dreamin’ (The Mamas & The Papas), For what is worth (Buffalo Springfield), Sweet home Alabama (Lynyrd Skynyrd) y On the road again (Willie Nelson), por solo nombrar algunas. Un disco doble que no tiene desperdicio.
ALMOST FAMOUS (Cameron Crowe / 2000). Cuando era un adolescente, Cameron Crowe tuvo la oportunidad de trabajar para la revista Rolling Stone y cubrir giras de Led Zeppelin, Allman Brothers y los Eagles. En esta película, combinó sus memorias, la de un joven que descubre las maravillas del rock y el sexo, con algo de ficción que le da más flexibilidad a la narración. Así, el joven protagonista (Patrick Fugit) se involucra con groupies, guitarras distorsionadas, micros de larga distancia y entabla una relación muy cercana con la bella Penny Lane (Kate Hudson) y Russell Hammond (Billy Cudrup), el carismático líder del grupo (ficticio) Stillwater. La banda sonora es un decálogo del rock de los setenta: Every picture tells a story (Rod Stewart), One way out (Allman Brothers), Tiny dancer (Elton John), Simply man (Lynyrd Skynyrd) y I’m waiting for the man (Lou Reed).
PULP FICTION (Quentin Tarantino / 1994). La película fue un verdadero boom de taquilla a mediados de los noventa y, al día de hoy, es la obra mejor lograda de Tarantino. El guiión entrelaza tres historias relacionadas con el crimen organizado de Los Ángeles. Las características centrales son los diálogos estilizados, la combinación de humor y violencia, el relato no lineal y la música. Una escena memorable es la del baile de Vincent Vega (John Travolta) y Mia Wallace (Uma Thurman) al ritmo de You never can tell, de Chuck Berry. Otra particularidad en cuanto a la música es su variación estilística con clásicos como Let’s stay together (Al Green), Son of a preacherman (Dusty Sprinfield) y Lonesome town (Ricky Nelson) con una reversión magistral de Girl, you'll be a woman son, de Neil Diamond, por Urge Overkill, que Uma Thurman inmortalizó en una gran escena.
HIGH FIDELITY (Stephen Frears / 2000). La película está basada en la obra de Nick Hornby. Cuenta las desventuras amorosas de Rob Gordon (John Cusack), un ex DJ que trabaja en una disquería no muy lucrativa de Chicago. Lo acaba de dejar Laura (Iben Hjejle), su última novia, la que él creía que era la “elegida” y entonces empieza a repensar su vida amorosa desde que era pequeño. En ese viaje hacia el pasado, con tono de comedia romántica, la música se vuelve un eje central, ya que Rob era fan de grabar mix-tapes. La banda de sonido es una joya porque prescinde prácticamente de súper hits, a excepción de Let’s get it on, de Marvin Gaye, aquí cantada por Jack Black, pero cuenta con grandes canciones originales como Most of the time, de Bob Dylan; Oh! Sweet Nuthin', de The Velvet Underground; I believe, de Stevie Wonder; y la extraordinaria Dry the rain, de The Beta Band. También aparecen otros grandes artistas como The Kinks, John Wesley Harding y Love. La selección es un tanto ecléctica y ese es su punto más fuerte, el de saber amalgamar temas distintos para conformar un gran álbum.
MY BLUEBERRY NIGHTS (Kar-Wai Wong / 2007). La banda de sonido de este hermoso y melancólico road movie protagonizado por Jude Law y Norah Jones, con las participaciones de Rachel Weisz y Natalie Portman, es otro acabado ejemplo de cómo la música puede ser una gran protagonista de un filme. El primer tema es un clásico tema jazzeado de Norah Jones, con una melodía suave y exquisita en la que el piano se combina con absoluta naturalidad con el pesado sonido del contrabajo de Lee Alexander. El disco cuenta con dos temas de Cat Power, Living proof y The Greatest, está última como la canción insignia de la película. Además, hay tres composiciones instrumentales originales de Ry Cooder -Ely Nevada, Logn ride y Bus ride- y una más cantada por Mavis Staples, Eyes on the prize, que aportan el clima necesario. Y como si fuera poco también aparecen en el soundtrack Otis Redding, Ruth Brown, Cassandra Wilson versionando a Neil Young y nuestro Gustavo Santaolalla con la incidental Pájaros.
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