viernes, 12 de mayo de 2017

Haciendo historia


Se llamó Paul Butterfield Blues Band. Pero bien pudo haberse llamado Bloomfield Butterfield Blues Band o Mike Bloomfield Blues Band. Ambos generaban una energía especial arriba del escenario y en el estudio. Los dos primeros discos de la banda, en los que estuvieron juntos, son una prueba de ello. Ya en el tercero, The Resurrection of Pigboy Crabshaw, sin el guitarrista y la sección rítmica original, el grupo empezó a perder el rumbo. Entre los cambios en la formación, malas decisiones artísticas y peores resultados comerciales la banda terminó disolviéndose. Bloomfield y Butterfield siguieron caminos paralelos, trazados con la misma pluma. Desde entonces, sus carreras musicales fueron tan erráticas como sus vidas. Atravesaron períodos de desconcierto y de drogas y alcohol en exceso. Se perdieron y no pudieron volver. Bloomfield murió el 15 de febrero de 1981 y Butterfield el 4 de mayo de 1987. Tenían 37 y 45 años. La causa de muerte en ambos casos: sobredosis.

Con ellos, la banda tuvo su momento de esplendor, un período muy corto, entre 1965 y 1966, hasta que Bloomfield se fue para formar Electric Flag, grupo con el que debutó en el Monterey Pop Festival. En ese lapso de dos años, la Paul Butterfield Blues Band editó el disco homónimo y el mítico East-West, dos obras fundamentales que definieron el sonido del denominado blues blanco. En esos álbumes se percibe un estilo cultivado en Chicago -apuntalado por la sección rítmica de Howlin Wolf: Jerome Arnold y Sam Lay-, en el primero, y con muchos más retazos jazzeros y cierto despunte psicodélico en el segundo, ya con Billy Davenport en batería. La formación la completaban Elvin Bishop en segunda guitarra y Mark Naftalin en teclados.

Algunos dirán que era una banda rock. Sí, pero tocaban un blues tan profundo e intenso que clasificarlos en otro género para desacreditarlos o menospreciarlos resulta insignificante. Fueron pioneros, transformadores y muy respetuosos de sus maestros.

Hay un tercer disco muy bueno del grupo con Butterfield y Bloomfield juntos. The Original Lost Elektra Sessions corresponde a grabaciones de 1964, previas al primer disco, pero recién fue editado 30 años después. Uno de esos hallazgos que nunca dejan de sorprendernos. También quedaron registrados en el álbum East-West Live, tres versiones distintas del mismo tema tocado en vivo. Y eso era prácticamente todo entre Bloomfield y Butterfield... hasta ahora.

Got a mind to give up living - Live 1966 era un pirata difícil de conseguir hasta que fue editado hace poco por Elektra Records y salió de la clandestinidad. El álbum, que captura al grupo en el auge de la simbiosis entre el guitarrista y el armoniquista, fue grabado en el Unicorn Coffee House de Boston en algún momento del mes de mayo de ese año -aunque nadie recuerda qué día exactamente-, poco antes de entrar al estudio para las sesiones de East-West. Hay una crudeza conmovedora en todo el álbum, que por momentos da paso a una incipiente psicodelia. Son, en su mayoría, temas del primer disco -Born in Chicago, Got my mojo working, Look over yonders wall- y otros que estaban preparando para el segundo, tocados con despecho y mucho ácido lisérgico. En la canción East-West, Bloomfield y Naftalin entran en otra dimensión, transmutan, con solos serpenteantes y estroboscópicos, mientras Butterfield parece intentar delimitarles el terreno de la improvisación con una recia armónica blusera.

Todo el disco está atravesado por esa resonancia sesentosa. Como una metáfora de la época y del "Este-Oeste", mientras ellos tocaban su blues crudo y visceral en Boston, en la otra costa costa, en la ciudad de Los Ángeles, Brian Wilson y los Beach Boys grababan Pet Sounds, uno de los LP´s revolucionarios de esa década. En buena medida, el rock estadounidense comenzaba a revalorizarse tras el éxito de las invasiones inglesas.

Bloomfield tuvo grandes hitos musicales. Highwat 61 Revisted de Bob Dylan fue sin dudas el más importante de ellos. Pero también dejó sus grabaciones con Electric Flag, Sleepy John Estes y Yank Rachel, Stephen Stills y Al Kooper, y Nick Gravenites. Paul Butterfield grabó con John Mayall y dos discos con Muddy Waters, más allá de seguir intentando como solista. Pero esos dos años juntos fueron trascendentales para el futuro del rock. Los pibitos blancos de Chicago abrían la puertas de la percepción del rock.



7 comentarios:

Leo Zanco dijo...

Tremenda banda!!!

Oscar Castro dijo...

Uhhh... buenísimo!

Jorge Senno dijo...

Muy buena nota. East west rompe toda frontera y entra en una nueva experimentacion

Walter Natalini dijo...

Una masa....Bloomfield...! Bluesman total ! Un sonido único !

Ger Candaloro dijo...

Hermosa nota, soy un fan de Paul buterfield, para mí hasta el segundo disco mantiene el espíritu bluseros ya después entra en la experimentación donde hay dejos de blues en sus temas. Me parece si no estoy equivocado que el compositor de los temas es Paul y la esposa, esto es verdad? Para mi la Paul buterfield blues band es una influencia gigante en muchas bandas de rock de las épocas siguientes. Uno de mis álbumes favoritos (el primero es sublime, no hay con que darle) es el último de ellos, sometimes i just feel like smilin. La sección de vientos sin dudas es una de las mejores que haya existido. Con el genio de David sandborn

Escuchate Esto! dijo...

Muy buena nota Martín. Los descubrí en el soundtrack de "The Blues Brothers 2000" con "Born in Chicago" y los terminé de conocer gracias al documental "Godfathers and Sons" (Marc Levin). Son una de las primeras bandas multirraciales, junto con Booker T & the Mg's. Tal vez por ser nativos de Chicago, su sonido lo veo mas genuino que el blues rock británico, que se dió al mismo tiempo. No imitaban al blues negro, sino que encontraron su propio sonido. Para mi, son próceres. Gracias!

Juancho Farias dijo...

Una bandaza ,de esas que dejan huella ,sonaban del carajo y como bien explayas con mucho respeto ,saludos y buena semana